Alumnos del CIFP A Xunqueira aprenden carpintería hacinados

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Hasta sesenta estudiantes coinciden en un taller con máquinas cortantes

02 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Alumnos y profesores del ciclo medio de carpintería y mueble del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) A Xunqueira de Pontevedra denunciaron ayer públicamente la situación que están viviendo tras el inicio del curso. Un grupo de estudiantes afirmaron sentirse «desamparados» ante la falta de espacio en el taller de madera y mueble, donde a ciertas horas pueden llegar a coincidir más de sesenta alumnos entre primero y segundo curso y los de FP básica (los llamados pcpi -programas de cualificación profesional inicial-). «El espacio es insuficiente y las máquinas son pocas para el número de alumnos. Los profesores tampoco llegan y ya no sabemos qué hacer», explicó a La Voz un estudiante afectado.

«Es un taller donde hay que extremar las precauciones porque las máquinas son cortantes. Los de primer año de momento no están con las máquinas, pero está empezando el curso y la situación va a ir a peor», añadió. Con apenas quince días de curso, los alumnos de este ciclo del CIFP A Xunqueira han decidido difundir la situación del centro para que la Administración tome cartas en el asunto. Dicen contar con el apoyo de sus docentes. «Ya hemos trasladado una protesta al jefe territorial de la Consellería de Educación y también una queja a la orientadora», subrayó este joven que prefirió no dar su nombre. «Los profesores nos apoyan, pero la parte directiva hace la vista gorda», apuntó.

Según la versión de los estudiantes, el taller de madera y mueble está pensado para veinte alumnos y ante el incremento no hay bancos para todos. «En algún momento puede haber hasta 72 personas en un aula y solo cinco profesores. Nosotros entendemos que eso no es una enseñanza de calidad, además de que se corre un riesgo con las máquinas», señaló el portavoz de los afectados.

Los estudiantes piden que se destinen fondos públicos a cosas «verdaderamente necesarias» para paliar la carga de alumnos que soporta el centro educativo.