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La primera remesa de compost de algas de Poio sale al mercado

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AGRICULTURA

LEANDRO ABALLE

Ecocelta estima que estará disponible para la próxima campaña de abonado

31 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El proyecto de convertir las algas de los bancos marisqueros de Poio y Pontevedra en compost ecológico es una realidad. La empresa Ecocelta, con sede en Ponteareas, espera que la primera remesa de este producto salga al mercado con la próxima campaña de abonado.

Por lo pronto, las cerca de 650 toneladas de algas que se recogieron este verano en la ría de Pontevedra ya han sido procesadas y mezcladas con estiércol, según explicó Sergio Quiroga. En breve, la composición será cribada y ofertada para su venta a granel o envasada.

Las estimaciones apuntan a que, una vez concluido todo el proceso, se obtengan ochocientos metros cúbicos de compost, una cifra importante si se tiene en cuenta que cada metro cúbico pesa unos setecientos kilos. «Con este proceso se cierra un ciclo. Aquí las algas se valorizan», apuntó Quiroga.

Lo cierto es que esta iniciativa trata de dar respuesta a un problema que venían sufriendo los bancos marisqueros de la comarca. La llegada de algas en los meses de primavera y verano es algo habitual e, históricamente, se venía solucionando la cuestión mediante su empleo como abono en las huertas.

Sin embargo, en los últimos años, «o volume de algas que cobren os bancos marisqueiros incrementouse de tal xeito que, aínda con axuda de maquinaria, os mariscadores non son quen de retiralas antes de que teñan efectos prexudiciais para o marisco», un hecho que se agravó con el abandono de la actividad agrícola en la comarca, reconoció Andrés Simón, asistente técnico de la lonja de Campelo.

Cinco son los problemas que generan las algas al cubrir los bancos. Por un lado, impiden de por sí el trabajo de los profesionales del sector, al tiempo que provocan la muerte del marisco por anoxia -ausencia de oxígeno-. Pero también vuelven improductivas las áreas donde se asientan y reducen considerablemente el desarrollo del marisco por «unha menor condición fisiolóxica», para, ya por último, impedir la fijación larvaria «ao estar o sedimento cuberto».