Los afectados por las preferentes vuelven a protestar ante el Concello de Sanxenxo tras ser desalojados

M. A. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Esta mañana los echaron del salón de plenos y un equipo de limpieza municipal retiró en bolsas de basura sus enseres

26 mar 2013 . Actualizado a las 20:47 h.

Decenas de afectados por preferentes se concentran delante del Concello de Sanxenxo, cuya puerta principal permanece cerrada. Llegan a cuentagotas y no descartan que a lo largo de la tarde se sumen miembros de otras plataformas. Esta así desde las siete de la mañana, cuando la policía les pidió que salieran. A continuación entro un equipo de limpieza y un notario, que esta tomando nota de todo lo que se retira. «Están metendo as nosas cousas en sacos de basura», dijo una de las afectadas. Siguen a las puertas del concello a la lluvia gritando proclamas contra la alcaldesa, Catalina González.

Esto ocurre después de que la Policía Local de Sanxenxo desalojase esta mañana a los afectados por las participaciones preferentes que protagonizaban un encierro por turnos desde que comenzó el año. El portavoz de la plataforma de O Salnés, José Manuel Vázquez, advierte de que a primera hora de esta mañana un grupo de afectados han comenzado una huelga de hambre. Sin embargo, pocos minutos después, los afectados por las preferentes que continuaban en el salón de plenos fueron desalojados.

A las 8.00 horas, varios agentes han irrumpido en el salón de plenos y han ordenado a las cinco personas que hacían el turno de noche a desalojar las dependencias municipales y a llevarse sus pertenencias.

Los manifestantes permanecen en los exteriores de la corporación y pretenden seguir ahí «hasta que el cuerpo aguante», ha advertido Vázquez, quien ha recalcado que este «desahucio» demuestra el «verdadero talante» de la alcaldesa, Catalina González (PP), quien «supuestamente estaba de nuestro lado», ha apostillado.

El portavoz de la plataforma del Salnés ha solicitado el apoyo de afectados por las preferentes de otros puntos de Galicia y ha augurado «una Semana Santa calentita» en lo que a acciones de protesta se refiere.

La corporación municipal escoltada

El desalojo de esta mañana llega después de que se tuvo que suspender el pleno de ayer por la noche. Apenas media hora después de arrancar la sesión, la corporación municipal, que ya había hecho varios amagos de levantarse, suspende el pleno. El cierre de puertas del Concello dejó fuera a una veintena de afectados, que se veiron arropados por miembros de otras plataformas llegadas de todos los puntos de la provincia y por los padres del colegio de Vilalonga, que también querían entrar en el edificio. Finalmente tuvieron que ser una veintena de guardias civiles los que escolataron a la corporación municipal por la puerta de atrás del edificio. No sin que la gente que estuviese en la calle gritase consignas como «Catalina dimisión» o «Catalina tes que sair se non queres durmir». Tras estos incidentes, la Policía Local permitió en la noche de ayer el relevo de afectados, aunque está mañana se desayunaron el desalojo.

Las autoridades solo dejaron acceder como público a 53 afectados, por lo que se quedaron fuera más de 70, lo que caldeó los ánimos y provocó la suspensión del pleno, el quinto de la jornada de ayer en la provincia de Pontevedra junto a los de O Grove, Salvaterra, As Neves y Gondomar.

BNG y PSOE piden la dimision de la alcaldesa tras el «esperpento» vivido ayer

A las puertas del concello y bajo la lluvia BNG y PSOE han pedido la dimisión de la alcaldesa por lo sucedido en la noche del lunes. Acusan a la regidora d haber secuestrado a los afectados, al cerrarles las puertas el salón de plenos y dejarlos dentro, y de actuar de forma antidemocrática al impedir la entrada de los vecinos al pleno. «Iso é declarar o estado de sitio», denuncio el portavoz del BNG, David Otero. Crítico duramente el despliegue policial por excesivo: « convocou a toda a policía a traballar de forma desproporcionada». También califico la salida del equipo de gobierno de «espectáculo bochornoso». Socialistas y nacionalistas reclamaron la dimisión de Catalina y su equipo.