El interventor de cinco alcaldes

La Voz

PONTEVEDRA

Praza da Ferrería El Concello de Pontevedra agradeció a Manuel Loureiro sus veintiséis años al frente de los servicios económicos en un homenaje de despedida con motivo de su jubilación

15 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Manuel Loureiro Blanco se jubiló ayer tras cuarenta años de servicio en la Administración Local, de los cuales veintiséis estuvo al frente del Servicios de Intervención del Concello de Pontevedra. Llegó a este Ayuntamiento en 1979, en plena transición democrática, siendo aún alcalde Joaquín Queizán Taboada, y desde entonces hasta hoy controló las cuentas de todas las corporaciones democráticas presididas por los ex regidores Rivas Fontán, Francisco Javier Cobián, Juan Luis Pedrosa y el actual alcalde Fernández Lores. A la hora de hacer balance, Loureiro cree que todos comprendieron y respetaron la labor funcionarial de fiscalización económica y no tuvo reparos en reconocer, al margen de las cuestiones ideológicas, que los seis últimos años de gobierno del BNG fueron para él «altamente satisfactorios» en relación a su trabajo. Salud financiera Cuando Loureiro se hizo cargo de la Intervención, el presupuesto del Concello era de 225 millones de pesetas y las dificultades económicas eran muy grandes por un elevado endeudamiento, hasta el punto de que había que pedir préstamos para pagar a los funcionarios. Hoy, el presupuesto ronda los 9.000 millones de pesetas (53,9 millones de euros), la salud financiera de la institución se considera muy buena y esta boyante situación es achacada en gran parte por el actual gobierno municipal «ao traballo serio e riguroso que realizou Loureiro nos 26 anos de servizo neste Concello». Palabras de Lores. Puño de hierro Esa seriedad y rigurosidad le valió el sobrenombre de «Puño de hierro», que le puso un periodista local en la etapa de Rivas Fontán. El propio Loureiro recordaba ayer con cariño ese apodo y al periodista que se lo aplicó, Javier Sánchez de Dios. No obstante, el interventor cree que en la buena gestión económica el sólo fue la cabeza de un excelente equipo de funcionarios a su servicio. «Todos son buenos, pero los míos los mejores» apuntó. Además, imputó el éxito de su departamento a una «gran simbiosis» entre la corporación y los funcionarios. Concejales y alcaldes de las sucesivas corporaciones, representantes de otras Administraciones, funcionarios y amigos personales dieron ayer un emotivo homenaje de despedida a Manuel Loureiro durante una comida celebrada en el parque de A Caeira del Liceo Casino. Los que no pudieron asistir le hicieron llegar por carta u otros medios su felicitación y agradecimiento. Fue el caso de Pilar Allegue, la única concejala del BNG en la primera corporación democrática, que guarda del interventor un buen recuerdo. Previamente a esta comida homenaje, el alcalde ofreció una recepción en su despacho al homenajeado y le hizo entrega de una placa de plata en agradecimiento sus 26 años de servicio. Clausura de curso militar Unos se jubilan y otros acaban el curso. Los actos de la entrega de despachos a los guardia marinas, una ceremonia que tendrá lugar hoy y presidida por el príncipe de Asturias, estuvieron precedidos ayer por la clausura del curso 2004-2005 en la Escuela Naval. Al acto solemne asistió el almirante director de Enseñanza Naval, José Antonio González Carrión, acompañado por el capitán de navío y director de la institución docente, Javier Franco Suanzes. En el transcurso de los actos, se entregaron los premios de fin de carrera a los alumnos de los últimos cursos que más han destacado por sus virtudes académicas, militares o personales. También estuvieron presentes los agregados militares de 16 países.