Tras haber ignorado el asunto durante las dos semanas de contienda, los partidos aprovechan lo sucedido en el referendo británico como arma electoral y para reforzar sus posiciones
25 jun 2016 . Actualizado a las 14:54 h.El bombazo del brexit sacudió el cierre de campaña hasta el punto de convertir todo lo que se ha debatido en estas dos semanas en temas menores frente al gigantesco problema y la enorme incertidumbre que afrontan todos los españoles con la consumación de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Lo sucedido influirá de manera directa en la votación del domingo, en la que se decidirá quién llevará las riendas del país en un período crítico, en el que el Gobierno tomará decisiones que afectarán de manera decisiva al futuro del país en su relación con el Reino Unido y con el resto de la Unión Europea. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, habló por teléfono con los líderes del PSOE, Pedro Sánchez, y Ciudadanos, Albert Rivera, para intercambiar impresiones. Aunque populares, socialistas y naranjas se alinearon en un defensa de la Union Europea mientras Unidos Podemos se mostró crítica con Bruselas, hubo también ataques cruzados entre los candidatos, que no dudaron en utilizar el brexit como arma electoral.
El líder del PP, Mariano Rajoy, vinculó lo ocurrido con el referendo de independencia de Cataluña y afirmó que antes de organizar cualquier consulta hay que «pensarlo mucho» y analizar las posibles «consecuencias». «Referendos, los justos», dijo, porque «con lo importante no se juega». «Hace unos años una circunstancia como esta nos habría llevado a la quiebra o al rescate, ahora no es el caso», explicó Rajoy, defendiendo así su política económica. Y advirtió además que «en estos momentos es particularmente importante transmitir un mensaje de estabilidad». «No son momentos para alimentar o añadir incertidumbres», señaló, apuntando ya a las elecciones del domingo. Los populares difundieron además un vídeo con unas declaraciones de Pablo Iglesias en el 2013 en las que abogaba porque España saliera del euro.
También en tono electoralista, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, advirtió a los votantes de que lo que ha sucedido con el brexit es la consecuencia lógica de «la confluencia entre una derecha irresponsable y el populismo». «Yo no quiero eso para España, la salida es un PSOE fuerte y ganador que apueste por la socialdemocracia», afirmó. Y, aunque reconoció que el brexit es un «golpe muy duro», aseguró que no es el «definitivo» y llamó a los españoles a «reaccionar» este domingo con su voto.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, consideró también una «mala noticia» la salida del Reino Unido de la UE y coincidió con Sánchez en que «los conservadores y los populistas han decantado la balanza hacia la salida». Pero vio también en lo sucedido una «oportunidad» para afrontar las reformas en Europa y en España que permitan hacer frenar a los «populismos». «Si no llegan las reformas, llega el populismo», advirtió. Vinculando el brexit a Cataluña, afirmó también que las consultas «de división» solo consiguen «partir en dos mitades a la sociedad».
Puigdemont alienta la consulta
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, tachó de «mala noticia» el resultado, aunque defendió la consulta diciendo que «es terrible que alguien diga que la democracia es un peligro». Consideró que la salida del Reino Unido consolida «la mala imagen y pérdida de prestigio de la UE» y que «en una Europa en la que se respetaran más los derechos sociales y que volviera a ser garantía de respeto de los derechos humanos y del bienestar seguramente nadie querría irse».
El presidente catalán, Carles Puigdemont, barrió también para casa y aseguró por su parte que el brexit demuestra que es «imprescindible» poner las urnas cuando el pueblo «necesita expresar su opinión».
El Gobierno lanza un mensaje de «tranquilidad»
«El Gobierno español ha tomado nota con tristeza». En un comunicado institucional, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lamentó el resultado del referendo británico, pero lanzó un mensaje de «serenidad y tranquilidad» a los españoles que residen en Reino Unido, a los británicos que residen en España y a las empresas con intereses en las islas. Rajoy explicó que el estatus jurídico en relación en el Reino Unido se mantendrá mientras se completa el proceso de salida de la Unión Europea, que «durará con toda probabilidad al menos dos años desde la notificación oficial». Y reclamó también tranquilidad para las empresas y trabajadores británicos en España, que podrán «seguir trabajando, cotizando y circulando» con normalidad en el país.