Es profesora en Ourense y utiliza la poesía para expresarse y reivindicar injusticias

María Doallo Freire
M. Doallo OURENSE

OURENSE CIUDAD

Felisa, con su libro
Felisa, con su libro Miguel Villar

Felisa Nogueira presenta su séptimo poemario, «Puzles que no siempre encajan»

15 dic 2023 . Actualizado a las 20:57 h.

Felisa Nogueira Barbosa es profesora de secundaria en el colegio Luis Vives de Ourense y también es escritora. Su vida ha estado relacionada con las letras desde que era una niña. «A mi padre le encantaba leer y tenía una biblioteca enorme. En ese espacio de la casa era donde yo me perdía, donde aprendí a amar la lectura y a sentir el gusto por introducirme en otros mundos», cuenta. Sus favoritos son los clásicos rusos, las historias que escribieron Dostoyevski o Tolstói.

Sin embargo se decidió por estudiar Geografía e Historia y terminó siendo profesora. «Me surgió la oportunidad de dar clases en el Luis Vives y no lo dudé», explica. Lleva allí desde 1996 y compagina ese trabajo con su pasión por escribir. Lo primero que publicó fue una novela, Recuerdos de una duquesa ourensana, y a partir de ahí saltó a la poesía. «Cuando escribí mi primer poema descubrí que eso era lo mío. Creo que es la mejor manera de plasmar mis sentimientos, aunque también hago mucha poesía social. Estoy convencida de que los escritores tenemos la obligación de contribuir a crear un mundo mejor, así que denuncio las injusticias sobre el papel en blanco», continúa Felisa. Ahora acaba de ver la luz su séptima publicación, un poemario titulado Puzles que no siempre encajan. «En este libro hay reivindicación, existencialismo y amor», resume. «La gente destaca la sensibilidad y la elegancia que tengo a la hora de contar. Creo que lo más importante de los poemas es lo que despierten en quien los lee», dice Felisa.

En Instagram la siguen casi 40.000 personas. Se abrió un perfil en la red social con ayuda de su hija. «Quería promocionar un poco mi escritura y acercarme a los lectores», cuenta. Y poco a poco fueron creciendo sus seguidores. Allí ha hecho amistad con otros escritores, artistas y, sobre todo, con muchas personas que empatizan con sus sentimientos a raíz de leer sus poemas. «Me sigue muchísima gente de Latinoamérica y estoy encantada. Es un buen espacio para trazar vínculos», termina.