El plantel alevín de la Escola Deportiva Ourense estrenará su título provincial ante los mejores clubes del país
23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La Escola Deportiva Ourense ya dispone de una notable solvencia como entidad de formación, con varios años de bagaje en el fútbol sala y el baloncesto, pero fue su colaboración con el desaparecido Club Deportivo Ourense la que marcó su salto al campo grande y al balompié. Pese a la modestia del proyecto, la ambición no se ha quedado corta y una generación que comenzó, valga la añoranza, vestida de rojillo está a punto de escribir una singular historia frente al Real Madrid y al FC Barcelona.
El marco es el de la prestigiosa Arousa F7, una de las competiciones de base más prestigiosas de todo el territorio nacional, en la que incluso es necesario disputar una fase previa, para colarse en el torneo de mayo, junto a grandes clubes llegados de distintas partes del mundo. Los alevines de la EDO y el Pabellón serán dos conjuntos ourensanos en esa ronda decisiva, en la que el equipo de Quique Serantes se plantará con la vitola del título provincial de Fútbol 8 en su categoría. El experimentado técnico ya se había hecho cargo de esta promoción en el CD Ourense, cuando apenas eran benjamines de primer año.
«Desde entonces, ha sido un grupo muy trabajador y regular en su rendimiento, fue campeón gallego de fútbol sala y segundo en el nacional. También ganó el título autonómico de Fútbol 8 y después de ganar la Liga de este año también intentarán clasificarse para el gallego en sala», resume el entrenador, antes de relatar su concurso en el torneo arousano: «Comenzaron nerviosillos, pero poco a poco fuimos viendo el verdadero nivel del equipo. También tuvimos esa pizca de suerte que necesitas en los penaltis contra el Atlético Ribeira y al final pasamos las eliminatorias sin encajar ningún gol».
Por el camino quedaron incluso los integrantes de la escuela del Celta en Rumanía o el Calasanz en una emocionante final, resuelta por 1-0. El propio Quique recuerda: «Incluso algún chaval que no había jugado casi nada lloraba por la ilusión de lo que habíamos conseguido como equipo, siempre le inculcamos al equipo una filosofía de trabajo, pero al fin y al cabo son niños y es ideal que se diviertan».
Y desde luego, medirse en el grupo que les ha tocado en la fase final ante el Real Madrid, el Barcelona, el Arsenal londinense y el Wellington Phoenix de Nueva Zelanda será una experiencia inolvidable para los pequeños, que ya comenzaron a disfrutarla nada más terminar la fase previa.
En esa línea se expresa también Javier Pérez Cancio, segundo entrenador y coordinador de fútbol de la entidad: «Es un premio muy grande para los chavales, que ahora podrán jugar con equipos de un alto nivel. Era algo impensable para un club como el nuestro, que es muy modesto y que subsiste con pocas ayudas y el esfuerzo de los padres».
El auxiliar de Serantes admite que dio el paso de volcarse en el día a día de la Escola Deportiva porque su hijo estaba en el equipo: «Al desaparecer el Ourense había una serie de niños que se quedaron sin equipo para seguir practicando su deporte y aquí había gente muy válida como el propio Quique y otros entrenadores más. Meiriño es un presidente que sabe mucho de como funciona el fútbol base, lo mismo que Butra, el principal problema que tenemos es el de las instalaciones, porque estamos prácticamente de prestado en el Campus, en Salesianos o en el colegio Miraflores». Con el futbolista profesional Borja Fernández como padrino -y vicepresidente- han logrado abrir puertas importantes y, a medida que crecen los pequeños, han ido ampliando equipos, de hecho, el reto se amplía a contar con su primer equipo cadete el próximo año. El mismo Cancio destaca además el empuje de los protagonistas: «Da gusto ver entrenarse a estos niños con tanta ilusión, porque son contadas las veces que falta alguno».