Voluntad política y valentía, dos palabras claves para definir lo que desde la Asociación Stop Accidentes estamos demandando, para darle un giro de 180 grados a nuestra ciudad de cara a su pacificación que, en materia de seguridad vial, se traslada a dar la prioridad a las personas, en este caso los peatones. Podríamos resumirlo en una simple frase: ciudades pensando en las personas. Supone una hoja de ruta larga en el tiempo y no exenta de dificultades, las mismas que tuvieron los responsables políticos y resto de autoridades en la ciudad de Pontevedra, que hoy sirve de espejo donde mirarse. Un trabajo de más de quince años. La gran mayoría de la ciudadanía de Pontevedra, que entonces ponía el grito en el cielo porque opinaba que solo serían perjuicios, hoy afirma lo contrario: son beneficios económicos para los negocios, se ha contribuido a reducir la contaminación, se ha potenciado el uso del transporte público y, el objetivo principal, se ha aumentado la seguridad de los peatones. Llama muchísimo la atención que hoy en Pontevedra las asociaciones vecinales le reclaman al Ayuntamiento peatonalizar calles de un determinado barrio. Ese cambio de modelo de ciudad está sirviendo para que otras ciudades vayan por la misma dirección.
Peatonalizar una ciudad es hablar de poder perderse a pie por sus calles, ir de compras andando, reducir la contaminación ambiental, generar hábitos saludables en el ciudadano, poder circular en bici... Nuestra ciudad lo puede hacer, como el resto de ciudades de España que ya lo disfrutan. Y déjenme decirles que, sin ir muy lejos, villas como Allariz o Seixalbo apostaron por las zonas 30 y su peatonalización y el resultado, si usted lector, las ha visitado o vive en ellas lo sabrá perfectamente. En la mesa de la movilidad pudimos escuchar y opinar de igual forma, como colectivo integrado en la misma, y comentar que nuestra ciudad está enferma desde hace mucho tiempo. Ahí está el aumento de atropellos. ¿El diagnóstico? Retraso de la pacificación en el modelo actual de ciudad. Por eso, desde Stop Accidentes, colaboraremos de forma activa con el Ayuntamiento, con las instituciones, en dar ese paso. Les puedo asegurar que ese cambio es posible tanto en la peatonalización como en la integración de la bicicleta como medio de transporte o simple forma de ocio y, como no, en una reestructuración del tráfico de vehículos.
El proyecto está encima de la mesa y creeremos que se puede llevar a cabo, con el apoyo de esta asociación, respetando la supervisión de los correspondientes técnicos al respecto.
Dicen que muchas veces los sueños se cumplen. Ojalá que en un futuro las próximas generaciones puedan disfrutar de otra ciudad más saludable y más segura. Porque como dije al principio es clave la voluntad política y la valentía necesaria para dar ese cambio a nuestra ciudad con el compromiso del resto de la sociedad. Ourense se lo merece.