La Guardia Civil localizó joyas robadas antes de que los perjudicados hayan presentado denuncia

La Voz

OURENSE CIUDAD

Las joyas robadas, expuestas en el cuartel de Santa Mariña.
Las joyas robadas, expuestas en el cuartel de Santa Mariña. santi m. amil< / span>

Los detenidos salían de un local de la capital tras solicitar una tasación

19 ene 2016 . Actualizado a las 11:56 h.

Aún sorprendidos en la Guardia Civil de Ourense por la libertad de la que disfrutan los dos sospechosos de la muerte del cura de Vilanova y los dos presuntos autores de un mínimo de dieciséis robos en viviendas del medio rural, la exposición de las joyas ocupadas a la pareja a la que se atribuyen estos últimos hechos -un joven de origen croata y una ourensana de etnia gitana- ya ofrece resultados. La primera identificación correspondió a un reloj, que ayer mismo pudo recuperar su legítimo propietario. Mientras, los guardias aguardan a que se formalice la denuncia que permita saber quién es el dueño de las cadenas, los pendientes y las pulseras que llevaban Toni y Diana cuando fueron interceptados en la calle, a la salida de un taller de joyería, al que habían acudido para tasar el supuesto botín de un robo aún no determinado.

La Guardia Civil tenía pruebas suficientes contra esta pareja. Retrasaron, sin embargo, la actuación final. Él es hijo del principal sospechoso del crimen del cura de Vilanova, por lo que se consideró necesario aguardar a la intervención en este último asunto antes de echar el guante a los supuestos cacos. Lo suyo eran hurtos, sin violencia en las personas, por lo que pasaban a un segundo plano. La inminente detención de los presuntos autores del robo y muerte del cura de Vilanova franqueó el camino para que se arrestara a estos otros. La fortuna acompañó, además, en la medida en que se les apresó con efectos presuntamente procedentes de otro golpe en alguna casa aislada. Los llevaban envueltos, sin especial cuidado en ocultarlos.

Vivienda en A Valenzá

Después de la detención, el registro de la vivienda de A Valenzá donde residen permitió hallar gran número de efectos procedente de robos y dinero. Él carecía hasta ahora de antecedentes. Ni penales ni policiales. De ella, sin embargo, ya sabían las fuerzas de seguridad por siete detenciones anteriores.

Pasaron el viernes a disposición judicial. Y quedaron en libertad. Ante la Guardia Civil callaron, al igual que hicieron en el juzgado de guardia, de donde salieron en libertad, sin que la titular del juzgado tuviera siquiera ocasión de valorar un eventual ingreso en prisión. No había nadie para pedir la privación de libertad cuando los guardias acudieron con los dos sospechosos a las dependencias judiciales. Sin petición fiscal de prisión, al juez no le queda sino dejarlos salir por donde habían entrado.

Ourense y Celanova

La sorpresa por la situación de Toni y Diana, de 21 y 32 años, respectivamente, duró desde el viernes hasta el domingo. Cuando los sospechosos de la muerte del cura de Vilanova -Elvir y Arsen, padre y primo de Toni- siguieron el mismo camino, abandonando el juzgado de Celanova sin que el fiscal hubiera pedido su ingreso en prisión, la perspectiva fue otra. Los cuatro, sea como fuere, están libres.