«Non é poñer abellas e ter para vivir, pero con esforzo e traballo conséguese»

La Voz

A POBRA DE TRIVES

Lolita Vázquez

Camilo González tiene una explotación en Trives

17 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Licenciado en Filosofía, Camilo González trabajó durante años haciendo sustituciones como profesor de secundaria. «Pero houbo un momento no que se reduciron e deixaron de chamar», recuerda. Así que aquella afición que había cogido unos años antes tras llegar al mundo de la apicultura de mano de su suegro, que tenía algunas colmenas, decidió tomárselo más en serio y hacer crecer su explotación. «Empezara a meterme pouquiño a pouco con curso de iniciación, e nun determinado momento vino como unha posible saída laboral», indica este productor de Trives. Así que dejó Santiago para volver a casa y poner en marcha lo que hoy es Con la miel en los labios.

«Eu volvín porque teño unha vantaxe, ao ser os meus pais de aquí, tiña fincas para empezar», dice. Después le tocó ir buscando otros puntos en los que le gustaría poner colmenas, y fue alquilando y comprando fincas. De nuevo ser de la zona le ayudó ante posibles reticencias. Ahora tiene sus casi 300 colmenas repartidas por Trives, Manzaneda y San Xoán de Río.

Obtiene una producción que ronda los 5.000 kilos de miel, de los que la mayor parte los vende a granel a Apícola Carballal. Unos 1.000 kilos se van en comercialización primaria bajo la marca Con la miel en los labios. «Vendo polo boca a boca, sobre todo pola xente que vén no verán e leva igual 50 quilos de mel, non para vender, senón para repartir entre a familia... A vantaxe que temos é que a calidade é moi boa», dice. Explica que se debe sobre todo a la falta de contaminación. «O abandono do rural supón que á hora de tratar con sulfatos, pouco; e aquí miras os montes e ves monte, as colmeas están no medio da nada. A contrapartida é que se prenden lume é un desastre», señala.

González asegura que ha encontrado en la apicultura su medio de vida. Tanto es así que su pareja también se vendrá a vivir a Trives. «Aquí bríndasenos unha oportunidade de futuro que ao mellor en Santiago non tiñamos. Ela traballaba moitas horas, viámonos pouco.... E decidimos apostar por vir aquí», cuenta. Pero advierte que no todo es idílico. «Leva o seu tempo... Non é tan fácil nin tan negocio. Non é poñer colmeas e ter para vivir. Tes que traballalo, e con paciencia e esforzo, conséguese».

Esta semana saldrá la convocatoria de las oposiciones para Secundaria. Camilo González tendrá que volver a escoger. No descarta nada, pero lo deja caer. «Creo que cando apostas por un negocio que é teu, por un proxecto, hai que chegar ata o final», dice. Y tiene planes: en dos años quiere llegar a las 600 colmenas.