Un buen número de aficionados disfrutaron con comodidad del tramo urbano del Rally de Ourense
17 jun 2023 . Actualizado a las 02:18 h.«La verdad es que el hecho de que te traigan un rali de este nivel a la puerta de casa es todo un lujo», una frase que pueden firmar varios habitantes del entorno de la plaza de Concepción Arenal y en este caso pronunció Alberto Cacharrón, un notable aficionado —y practicante— de distintas especialidades deportivas: «En realidad no soy un gran seguidor de los deportes de motor, pero si te lo ponen tan cerca, no puedes obviar que se trata de un espectáculo bastante vistoso, por eso invité a varios amigos a que vinieran a verlo. Ni siquiera me lo pidieron. Sabía que les gustaría y así pasamos una buena tarde».
Y como él varios inmuebles de la zona, atestados hasta la bandera en balcones y ventanas, mientras que los aficionados más acérrimos del Rali de Ourense se situaban horas antes en los mejores emplazamientos de la plaza, donde el mítico Alpinche o el CarCros del joven Miguel Gayoso comenzaron a calentar motores con sus pasadas entre los obstáculos diseñados por la organización.
El citado Alberto incidía en el trabajo de los responsables de la Escudería Ourense: «Lo han planificado todo muy bien. Durante los días anteriores han realizado todo el montaje y la verdad es que han incordiado lo mínimo posible. Hoy —por ayer— tenemos los coches en el garaje y es un trastorno mínimo para tener aquí en frente todo este espectáculo. El resto de las personas que velan pro la seguridad de todos también han realizado una labor a tener en cuenta».
Antes de llegar al centro de la ciudad, los rapidísimos pilotos que se batieron el cobre en el Rali de Ourense pasaron por Amoeiro y por el tramo de O Irixo a Boborás, cuya primera pasada fue neutralizada tras el fuerte impacto que sufrieron Iago Gabeiras y Adrián Varela, a bordo de su Peugeot 208 de la Rally Cup Ibérica. El propio piloto del Automóbil Club de As Pontes explicaba: «Menos mal que estamos bien, un poco mazados, pero nada más». Confirmado que ya no podían seguir en la prueba, comenzó a pensar en el futuro: «A ver si arreglamos el coche en un par de semanas y estamos de vuelta pronto». Competidor nato.
Y es que las dos especiales que abrieron el rally también sirvieron para que municipios con solera en el automovilismo estatal disfrutaran el paso de la carrera por distintos núcleos rurales, tanto en las localidades que daban nombre a los trazados, como en Maside o en la cercana villa de O Carballiño, otro foco de aficionados fieles que desafiaron al calor de la jornada para alentar a los pilotos desde la cuneta o incluso el jardín de sus viviendas.
El colofón nocturno fue de los que hacen época. Camión con los pilotos punteros saludando al público al estilo Fórmula 1 y bengalas en la fuente para darle más brillo a la rotonda. A toda velocidad entre edificios.