La uci de neonatos se convierte en un servicio abierto para las familias

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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Padres, abuelos y hermanos pueden visitar a los bebés sin restricciones horarias

18 mar 2016 . Actualizado a las 13:19 h.

El servicio de pediatría del CHUO ha implantando con éxito un nuevo modelo de humanización de la asistencia en sus dos unidades de cuidados intensivos permitiendo la entrada a padres y familiares directos e forma menos restrictiva de lo habitual en este tipo de servicios. El último escalón de esta filosofía de «unidades de puertas abiertas» está en al UCI de neonatología donde padres, abuelos y hermanos pueden visitar a los bebés a cualquier hora del día o de la noche.

«El acceso, lógicamente de forma ordenada y con un máximo de dos personas por niño, es las 24 horas del día; incluso cuando estamos nosotros haciendo alguna técnica», señala Nieves Balado, jefa del servicio de Pediatría. En estos momentos solo los hospitales de Coruña (CHUAC), el Álvaro Cunqueiro en Vigo y Santiago (CHUS) tienen en marcha un sistema similar, aunque en el centro compostelano se restringe la entrada por la noche.

Antes de la puesta en marcha de este concepto de humanización el acceso de visitas a las uci pediátricas se permitía para los padres en un horario limitado a media hora. Las madres disponían de algo más de flexibilidad para atender a la lactancia. El cambio de filosofía en el CHUO se inició hace varios años y se fue ampliando de forma paulatina. Primero se eliminó la restricción de horario -que generalmente estaba fijado por las mañanas-, luego se fue ampliando el tiempo de duración de las estancias. En el 2015 los progenitores con niños ingresados en esta unidad ya podían acudir en cualquier momento y permanecer el tiempo que quisieran, siempre que lo hiciesen en horario diurno. También el pasado año se comenzó a permitir el paso de otros familiares. En este 2016 la unidad dio el último paso para ser totalmente abierta al eliminar también las restricciones nocturnas.

«Lo que pretendemos es que tanto los niños como las familias se encuentren durante este período de hospitalización en un ambiente lo más parecido posible a estar en su domicilio», matiza la responsable del servicio, que aclara que «ahora pueden pasar abuelos, incluso hermanos; eso sí siempre con las medidas de asepsia oportunas».

El programa persigue dos objetivos: que la hospitalización no retrase el inicio del vínculo que debe establecerse entre el núcleo familiar y el recién llegado; y que los progenitores «participen en los cuidados del niño mientras está hospitalizado; esto evita el miedo que puede surgir cuando has tenido a su hijo tres meses ingresado y de pronto tienes que afrontar la vuelta a casa y asumir tú el cuidado», explica Nieves Balado.

Una asociación de padres

Desde el servicio de Pediatría se ha promovido además una asociación de padres de niños prematuros. Este colectivo da apoyo, fundamentalmente emocional pero también de orientación sobre recursos y ayudas de los que se pueden beneficiar, a las familias con niños ingresados en esta unidad de neonatología. «Hay que entender que anímicamente esto es una montaña rusa para los padres. Los prematuros un día están fenomenal, al siguiente regular; un día ha engordado y va todo muy bien, pero de pronto tienen una infección y vuelven a caer...», narra Nieves Balado. Este sistema de unidad abierta, más flexible y humano, está dando buenos resultados y de hecho ya hay otros servicios del CHUO que están siguiendo su evolución para implantarlo también para casos de pacientes adultos.

Un equipo de 16 especialistas atiende la cartera de servicios específicos

Las dos unidades de cuidados intensivos forman parte de las responsabilidades del equipo de 16 profesionales que conforman la plantilla del servicio de Pediatría del CHUO. Además de a los niños ingresados en las uci, el equipo da asistencia al resto de menores hospitalizados y se ocupa de una cartera de servicios específicos para este grupo de población que incluye un servicio propio de urgencias -separado del de adultos y exclusivamente atendido por pediatras-, unidad de salud mental infantil y atención temprana, además de las consultas de pediatría general y sus especialidades: neumología y alergias, cardiología, endocrinología, neurología, nefrología, digestivo y nutrición. Cirugía, traumatología y rehabilitación infantil, atendidos por otros especialistas, completan la cartera de servicios en el CHUO.

Nieves Balado, la jefa de Pediatría, reconoce que la plantilla «es un poco justa, para todo lo que tenemos, porque no solo trabajamos con los usuarios directos sino que consideramos necesaria una atención integral y para ello trabajamos con el entorno familiar e incluso con el escolar». Balado reconoce que el hecho de estar en una provincia marcada por el envejecimiento condiciona a la hora de pedir más recursos para un sector de la población al que la realidad social resta cada vez más peso. «Es lógico que la asistencia se centre en el paciente más demandante, y en nuestro caso, no es el niño, aunque aún tenemos la suerte de mantener un edificio materno infantil que no todos tienen», apunta.