«La mujer que denuncia violencia de género no sale sola de comisaría»
OURENSE CIUDAD
En la Policía Nacional hacen el seguimiento de un centenar de casos
08 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Aparentemente se cruza una puerta normal, pero una vez dentro de las dependencias de la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección de víctimas de violencia de género (UPAP) la intimidad y la sensación de seguridad crecen tras un cristal que del lado exterior no permite ver qué mujer está recibiendo la ayuda de este servicio de la Policía Nacional en la comisaría de Ourense. El paso más difícil para la víctima, cuenta Eva Rodríguez, la policía que coordina la unidad, es el de la denuncia. El camino hasta esta oficina no habrá sido fácil, pero una vez en ella, el sistema público de protección ya está en marcha con agentes especializados y disponibles, a través del teléfono móvil, las 24 horas de los 365 días del año para atender y hacer el seguimiento de cada caso y de cada víctima.
-¿Cómo funciona esta unidad?
-Se atienden los casos de denuncias que llegan aquí. Pero también si alguien denuncia en el juzgado y tiene una orden de protección, se nos envía la documentación y lo seguimos de aquí. El seguimiento es integral y está compartido por las diferentes unidades policiales. Cuando una víctima pone una denuncia, el Servicio de Atención a la Familia (SAF) hace una valoración de riesgo y según este se sigue un protocolo. A veces el sistema puede dar en principio un riesgo bajo o no apreciable, pero al recabar toda la información posible sobre el caso se puede considerar que es más elevado y se adoptan más medidas, como si diera uno superior.
-¿Cuánto tarda la mujer en llegar aquí desde que denuncia?
-Muchas veces ya salimos de la mano, sobre todo en los casos más delicados. Ya nos lo comunican los compañeros de la SAF cuando están recogiendo la denuncia. Aquí ya se toman entonces las medidas de protección. La mujer que denuncia la violencia de género ya no sale sola de comisaría. Se le ofrece la posibilidad de la casa de acogida, aunque muchas prefieren irse con familiares o amigos, depende de ellas.
-¿Los menores están también protegidos?
-Aquí no trabajamos con menores. Las órdenes de alejamiento que vienen del juzgado, algunas incluyen a los menores, pero no son la mayoría, depende de los casos.
-¿El seguimiento es también al agresor o solo a la mujer víctima?
-A los hombres se les explica en qué consiste la orden de alejamiento y comunicación y se les insiste en que debe cumplirlas. La protección de la víctima no se basa solo en el acompañamiento a ella sino también en la vigilancia de los movimientos de los autores. Se hace siempre que hay medidas de protección, luego depende del caso y del riesgo.
-¿De qué depende el nivel de riesgo de una víctima?
-Hay una valoración inicial que se le hace a la mujer cuando pone la denuncia. Esta unidad realiza evaluaciones policiales de riesgo que tienen que ver con el ambiente en el que vivan o frecuenten ambos, las adicciones que pueden tener, la peligrosidad, antecedentes y comportamiento de un individuo.
-¿Qué media de casos atienden al año?
-El año pasado tuvimos en esta unidad 260 víctimas a las que se hizo el seguimiento. De ellas, a 88 no se les concedió la orden de alejamiento por la autoridad judicial. Hoy en día tenemos un caso de riesgo alto.
-¿Cuántos policías realizan estas funciones?
-Somos tres policías especialistas. Nosotros realizamos el seguimiento, con el apoyo de las patrullas y de la comisaría en general. Si la mujer se ve en peligro, nos puede llamar directamente o al 091. Si la víctima está en su domicilio o lugar de trabajo, la patrulla se pasa para disuadir.
eva rodríguez coordinadora de la unidad de prevención, asistencia y protección
«Las medidas de alejamiento suelen funcionar»
Eva Rodríguez lleva cuatro años en la unidad de protección de víctimas de violencia, después de una anterior etapa en las radiopatrullas. Los policías de la UPAP han realizado un curso para especializarse, aunque en ocasiones, reconoce, es difícil separar las emociones. «A veces les tienes que dar un abrazo y ser cercano, pero dentro de unos límites», apunta. Actualmente (datos de enero) llevan en la ciudad de Ourense un centenar de casos, 22 de riesgo bajo, seis de grado medio y uno alto. La Guardia Civil hace un servicio similar para unas 160 mujeres de la provincia.
-¿La medida de alejamiento es lo que pide la mujer? ¿Funciona?
-A nivel policial, necesitan saber que van a estar protegidas. La mujer que sufre violencia de género sale de una situación muy difícil y muchas veces está excluida de la sociedad, tras haber sido separada por su maltratador. Cuando se atreve a denunciar, está como sola y se siente culpable hasta que recibe nuestro apoyo y de los servicios sociales. Las medidas de alejamiento suelen funcionar y aquí se adoptan hasta en menos de 24 horas. Si sabe que estamos ahí, es raro el agresor que repite en su actitud.
-¿El denunciado suele aceptar la situación?
-Cuando me entrevisto con un agresor ya pasó por el juzgado y tiene unas medidas sin vuelta atrás. Algunos lo entienden y lo respetan aunque no lo compartan. Otros no. En un par de casos llevan dispositivos de localización que nos avisan si entra en una zona prohibida.
-¿La barrera de denunciar es la más difícil de saltar?
-El paso más complicado es el de la denuncia. A veces lo hacen por los hijos. Hay que trabajar mucho y concienciar bien a la sociedad. Animo a las víctimas o personas que conozcan el maltrato a que no tengan miedo.