El presidente de la Diputación llegó al cargo gracias, en gran parte, a su padre, pero su día a día en la institución se ve condicionado por esa herencia
17 jul 2014 . Actualizado a las 13:53 h.Después de dos largas décadas como líder absoluto de la derecha ourensana, no es de extrañar que la capacidad de influencia de José Luis Baltar fuese determinante para conseguir que su hijo tomase el relevo como presidente del PP y de la Diputación. José Manuel Baltar llegó a esos cargos gracias, en gran parte, a su padre, pero la herencia tenía también sus cargas. De hecho, su día a día al frente del partido y de la institución provincial se ve condicionado continuamente por el pasado. En las últimas semanas han coincidido diversas noticias que hacen referencia a la gestión de José Luis Baltar, pero es José Manuel Baltar quien tiene que lidiar con las consecuencias políticas de las mismas.
De forma inminente se conocerá la sentencia del juicio penal que sentó al expresidente provincial en el banquillo por 104 supuestos enchufes del año 2010. El juez instructor vinculó esas contrataciones de la Diputación con el congreso del PP que, en aquellas fechas, certificó la sucesión de padre a hijo en el liderazgo de los populares ourensanos. Tomando como cierta la teoría de que José Luis enchufó para allanar el camino a José Manuel, este último podría darse por satisfecho con el resultado político de esa maniobra, pero cuando llegó a la Diputación se encontró con una plantilla sobredimensionada -«insostible», según los técnicos- y aprobó el primer ERE de una institución provincial en España.
La política de personal del pasado puede tener un importante coste para la imagen de la Diputación en caso de que haya una sentencia condenatoria contra el expresidente, pero será aún más caro -al menos en términos económicos- afrontar la devolución de 10,1 millones. Esa es la cantidad que reclama Hacienda por un supuesto fraude de fondos europeos relacionado con dos proyectos de instalación de depuradoras en núcleos rurales que fueron ejecutados también bajo el mandato de José Luis Baltar.
Hasta la Pokémon ha salpicado al actual presidente popular. Su padre ha tenido que declarar por un supuesto pago de 6.000 euros de Vendex para la campaña del año 2011. También en este caso tuvo que intervenir el PP de Baltar hijo, concretamente para facilitar a la jueza Pilar de Lara su contabilidad electoral. En definitiva, la herencia aparentemente positiva que recibió no deja de volverse contra él.
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