El rey del mambo

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

OLIVIER MATTHYS | EFE

06 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En lenguaje coloquial, llamamos rey del mambo a quien adquiere un protagonismo desorbitado. A aquel que hace lo que le viene en gana, adopta aires de superioridad; o a quien anímicamente, en un momento dado, se viene muy arriba. Y solo una persona en el espacio político español, y a día de hoy, reúne todas estas condiciones. El líder de la revolución de los señoritos, Carles Puigdemont. Gracia que le concedieron las urnas el pasado 23-J. Y que puede que se la sigan concediendo en próximas consultas electorales.

Toda España y media Europa estuvieron ayer pendientes del parto de Bruselas, por el que el líder rebelde anunció lo que ya sabíamos. Que la amnistía a los implicados en el procés es innegociable. Dejó para mejor ocasión otras cuestiones no menos engorrosas porque, dijo, «no detallaré los objetivos finales de la negociación». Y con la autoridad que le da ser el rey del mambo, el expresidente fugado mantiene una vía abierta a las conversaciones con los dos grandes partidos en busca de un «acuerdo histórico» que identifique «adecuadamente los elementos del conflicto catalán».

Las exigencias del líder soberanista no han sido una sorpresa. Su intervención quedó atada, y bien atada, en la entrevista del lunes con Yolanda Díaz; reunión que, en una pirueta dialéctica, critican quienes dicen que es bueno hablar con Junts, pero no hacerlo con Puigdemont. Como si la formación no tuviera nada que ver con el huido en Waterloo, funcionase al margen y no fuese él quien mantiene la capacidad de decisión.

Nos quedan por delante muchas horas de debate y discusiones sobre la conveniencia de aceptar o rechazar las exigencias de Puigdemont. Las primeras voces ya se escucharon nada más finalizar su comparecencia. Una de las más tempranas, la del señor X, que advierte que «en la Constitución no caben ni la amnistía ni la autodeterminación». Pero, pese a ello, el camino hasta la investidura de Sánchez parece casi despejado.

Con ello, el líder de los rebeldes ve cómo su estrategia se va cumpliendo. La foto con la vicepresidenta del Gobierno fue el primer paso; el que visibiliza su triunfo porque le da oficialidad, visibilidad y naturalidad. Puchi, como le llaman los íntimos, es ya la pieza central en la negociación para la investidura. Y si nos atenemos al compromiso de Sánchez de «pasar página» en Cataluña para superar la «fractura» del procés, o al de Yolanda Díaz de «explorar todas las vías democráticas para solucionar el conflicto», entenderemos el estado de felicidad que embarga a quien hasta hace unas semanas no era más que un prófugo de la justicia.

Sea cual sea el devenir de los tiempos, que la mayoría del país ya adivina a la vista de los acontecimientos, lo único cierto es que el líder revolucionario es quien tiene capacidad para decidir el futuro de España. Porque las urnas han querido que sea el rey del mambo.