«Vigo detecta el doble de enfermos covid que ayer». En algunas audiencias, este título periodístico puede causar más estragos que el mismísimo coronavirus circulando -como diría algún virtuoso de la pluma- a su libre albedrío. Dejemos a Vigo detectando, en clara usurpación de las funciones de la Consellería de Sanidade, y vayamos a los enfermos covid, que están rivalizando con los enfermos de covid.
Algunas personas han descubierto la utilidad de emplear el sustantivo covid en aposición de otros nombres como modificador de estos. Este tipo de compuestos nominales son frecuentes en español: carril bici (carril para bicicletas), cheque carburante (cheque canjeable por carburante), fútbol sala (fútbol en sala), hockey hierba (hockey sobre hierba), operación salida (operación de salida)...
Pues bien, se ha disparado ese uso de covid. En primera línea aparecen los enfermos covid, que, más preocupados por su estado de salud que por estos asuntos, callan. El novedoso sintagma no disuena a la mayoría como lo harían enfermos gripe, enfermos cáncer o enfermos hepatitis C, aunque tanto aquel como estos compartan la condición de dolientes.
Pero la epidemia se extiende con la velocidad de la llama en un reguero de pólvora. Así, ya tenemos vacunas covid -aunque a España llegan muy pocas-, que intentan desplazar a las vacunas contra el covid; test covid, que sustituyen a los test o pruebas del covid; medidas covid en vez de medidas contra el covid... Donde empezó habiendo ucis para enfermos de covid hay ahora ucis covid, y las plantas de covid de los hospitales se han convertido en plantas covid. Incluso hemos encontrado algunos casos de médicos covid y enfermeras covid. La lista es casi tan extensa como la nomenclatura de la pandemia. Habrá quien vea esto como parte de ese movimiento que, silenciosa e inconscientemente, va suprimiendo artículos y preposiciones.
El abuso amenaza el recurso útil de emplear algunos de esos compuestos. La gramática ampara la fórmula, que, administrada con prudencia, puede ser útil, aunque al ritmo que vamos la avalancha no se detendrá antes de que alcancemos la inmunidad de grupo.
Esto, como las restricciones por la pandemia, es cosa de sentido común.