Podemos cambiar

Carolina Bescansa Hernández FIRMA INVITADA

OPINIÓN

14 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los procesos de descomposición económica, institucional y política en curso están orillando violentamente el presente de millones de personas, poniendo en cuestión la plena integración de las grandes clases medias y asustando, cada día un poco más, al conjunto de las grandes mayorías sociales. Los efectos de la recesión económica y la corrupción estructural nos sitúan en lugares cada vez más alejados de los sentidos de la economía moral nacidos de los consensos de la transición. Ha entrado en crisis el sistema financiero, el modelo bancario, la jefatura del Estado, los órganos jurisdiccionales, el modelo territorial, las instituciones de la representación, los partidos, los sindicatos y, también, las ideas básicas con las que nuestra sociedad se ha entendido a sí misma desde la fundación del régimen del 78. Por primera vez en décadas, nadie se atreve a aventurar lo que pasará en los próximos años. Todo lo sólido se desvanece en el aire y solo sobrevive una certeza: las cosas no volverán a ser como antes.

En este contexto, el 17 de enero de este año, Pablo Iglesias y varias docenas de personas pusimos en pie Podemos, una propuesta metodológica orientada hacia un único objetivo: llevar al ámbito político-institucional los grandes acuerdos que la sociedad española ha venido construyendo en las plazas y en las calles a lo largo de estos últimos tres años. El modelo político y económico anterior, el de la casta parasitaria, los recortes y la corrupción estructural, está agotado y no podrá volver, al menos con la forma en que hoy lo conocemos. La tarea que estamos abordando ahora es la de convertir esa potencialidad histórica en hecho material-concreto, esa ventana de oportunidad en camino de emancipación.

Movidos por la necesidad de cambiar las cosas, empezamos cambiando la forma de hacerlas. Construimos Podemos como método para recuperar la democracia, como herramienta al servicio de la gente y no desde un catálogo de propuestas. Pedimos el apoyo de 50.000 personas como condición previa para la constitución de la candidatura a las elecciones europeas y, en apenas 24 horas, 50.000 firmas avalaban la iniciativa. Propusimos la elaboración colectiva del programa electoral y miles de personas aportaron contenidos, debatieron y eligieron lo que hoy defienden nuestros europarlamentarios. Organizamos unas primarias ciudadanas y abiertas para confeccionar la lista electoral y logramos la mayor cota de participación registrada hasta esa fecha en primarias europeas. El 25 de mayo, contra el pronóstico de la mayoría de las encuestas, Podemos obtuvo el respaldo de 1.245.994 personas y cinco eurodiputados.

Dijimos que no pediríamos dinero a los bancos y no lo hemos hecho. Nadie puede ser independiente de quien lo financia. Por eso, conseguimos recursos para la campaña electoral solo a través de las aportaciones de la gente, con miles de transferencias de 10, 15 y 20 euros. En total, gastamos 80 veces menos de lo que el PP o el PSOE declararon haber gastado en sus campañas europeas anteriores.

Después de las elecciones de mayo, abrimos la primera etapa de nuestra construcción organizativa en el nivel estatal: la Asamblea Ciudadana Sí Se Puede. Tras meses de formulación de propuestas, debates y acuerdos terminaremos esta misma noche: a las 23.59 cerraremos el proceso de votación para la elección de todas las personas que asumirán responsabilidades en Podemos. Como hemos venido haciendo hasta ahora, toda la ciudadanía está invitada a participar y será la gente quien elija, a través de listas abiertas, a todos los miembros del Consejo Ciudadano y la Comisión de Garantías y, por supuesto, el secretario o secretaria general. Para poder votar, basta con registrarse en www.podemos.info y recibir un código de votación en el móvil. Algunos dirán que esto no cambia nada, que ya somos un partido como los demás, desconociendo que en Podemos todas las decisiones importantes las toma la gente a través de su voto y todos los cargos los elige -y los puede revocar- la gente con su voto. Nuestra sociedad considera ya un principio básico de la democracia someter al criterio ciudadano las decisiones fundamentales de una organización política. Pero para los viejos partidos se trata de una propuesta inasumible porque invalida a todas sus actuales cúpulas y cuestiona la supervivencia de los partidos tal y como los conocemos.

Hay quien dice que en la historia la gente solo se propone los objetivos políticos que realmente puede alcanzar, porque en realidad esos objetivos solo llegan a nacer cuando esa misma sociedad está gestando las condiciones para que se puedan lograr. Esto es, a mi juicio, lo que se ha materializado en los últimos 300 días. En un sentido histórico, Podemos ha logrado nacer porque ya se están gestando las condiciones para que pueda ganar. Podemos existe porque el 15-M, las Mareas, las Marchas de la Dignidad y la sociedad en general sembraron durante años las semillas de una herramienta así. Nos queda mucho camino por recorrer. Estamos todavía lejos de poder gobernar, pero nuestra propia existencia demuestra que ya han germinado las fuerzas con las que podemos, antes o después, cambiar las cosas de verdad.

Carolina Bescansa Hernández es responsable de la Unidad de Análisis Político de Podemos