De la guerra fría al imperio

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

07 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La guerra fría, el enfrentamiento entre el occidente capitalista y democrático y el bloque soviético comunista y dictatorial, empapó casi todas las esferas de la vida durante décadas. Nos encontramos de repente, como si se tratase de una película de ciencia ficción, con el derribo del símbolo de la división, el muro de Berlín. A continuación nos invadió el estupor cuando estallaron las guerras en lo que un día había sido Yugoslavia. La brutalidad con la que croatas, serbios y kosovares se enfrentaron entre sí y llevaron a cabo asesinatos en masa nos sacudió como si estuviéramos frente ante una mala copia de lo sucedido menos de seis décadas antes en los campos de concentración nazis. La guerra en Chechenia nos cogió enfrascados en otras batallas y apenas le dimos importancia, salvo cuando esta se trasladó a Moscú en forma de atentados. Pasamos de la invasión de Georgia. La explosión capitalista rusa hizo que nos olvidáramos de la KGB, del Pacto de Varsovia y de su ambición imperialista. Hasta que Rusia decidió que no quería cesar en su apoyo a Siria y que mucho menos estaba dispuesta a que el Gobierno de Ucrania no fuera prorruso, castigando esta insolente repetición de la fallida revolución naranja con una invasión sin banderas en Crimea. Alguien debería recordarle a Putin que fue la derrota de 1856 en Crimea la que marcó el ocaso del imperio ruso que tanto añora.