Tenemos que pensar un futuro nuevo

Andrés Precedo Ledo CRÓNICAS DEL TERRITORIO

A CORUÑA CIUDAD

11 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El futuro es de las ciudades, y cada vez más la competitividad de las economías regionales es el resultado de la competitividad de sus ciudades. Y ahora que estamos en la parte baja de la curva es cuando debemos proyectarlo, porque solo aquellos que estén en condiciones de innovar serán los que puedan lograr el éxito en la recuperación que se avecina. En este contexto se inscriben los nuevos modelos de los polos metropolitanos franceses y de las regiones metropolitanas alemanas. Especial esfuerzo innovador han de hacer las regiones, como Galicia, donde su red urbana está formada por ciudades medias que deben prepararse para llegar a ser ciudades intermedias globales, es decir que actúen de enlace entre el sistema global y el entorno regional respectivo. No es hora de pensar en sobrevivir intentando salvar lo que hay y esperar a nuevos tiempos; eso sería condición clara de pensar el futuro con una visión anticipada de fracaso.

Y ¿como deben hacer nuestras ciudades para reinventarse? La fórmula es esta: han de ser sostenibles, inteligentes y creativas. La sostenibilidad es un valor transversal que se centra el en el urbanismo y el medio ambiente, la condición de inteligente es la eficiencia en la gestión del territorio mediante la aplicación de las nuevas tecnologías, lo que se suele denominar smart city; y, finalmente, han de ser creativas. Esta palabra, en parte tan manida y en parte tan llena de posibilidades, se aplica en un triple sentido. Una ciudad es creativa cuando la cultura local es generadora de actividad económica; lo es también cuando existen empresas tics creativas, en producto, en diseño, en investigación, y en conocimiento, formando distritos creativos digitales; y, en tercer lugar, una ciudad será creativa si sus ciudadanos también lo son y disponen de instrumentos participativos en red que sirvan para alumbrar el talento con el que construir el futuro. Muchas ciudades están orientando sus esfuerzos en estas tres direcciones, y entre nosotros es A Coruña la que ha emprendido el camino más decidido. En ella acaba de presentarse un proyecto de este tipo, el Think Tank Coruña Creativa, que se suma a otros ya en fase avanzada de elaboración y aplicación, para diseñar la ciudad del futuro. Una experiencia que va más allá de lo local, porque esta pensada para demostrar como también las ciudades medias pueden posicionarse con éxito en un mundo dominado por grandes ciudades globales. Un modelo abierto también a esa Galicia metropolitana del siglo XXI. Ahora más que nunca es preciso buscar caminos innovadores y crear ilusión, porque sin ilusión y sin autoestima es muy difícil que los ciudadanos se impliquen en la construcción de nuestro futuro, y más en una sociedad demográficamente envejecida como la nuestra, con riesgo de caer en una pasividad caracterizada por la falta de innovación y de espíritu proactivo. No podemos quedarnos en mirar al pasado, salvar el presente y esperar a que la crisis pase para empezar a reinventar ese futuro. Ahora es el momento.