Oscars 2014: La realidad supera a la ficción en la carrera hacia la estatuilla

AFP

CULTURA

La mayor parte de las cintas nominadas a los premios más codiciados del séptimo arte cuentan historias basadas en hechos reales

21 ene 2014 . Actualizado a las 22:43 h.

Dicen que la realidad en muchas ocasiones puede llegar a superar a la ficción, pero cuando se trata de cine, esta afirmación se hace incluso mucho más poderosa, al menos a juzgar por las películas nominadas a los Oscars este año.

Seis de los nueve filmes nominados a Mejor película en los Oscars 2014 se basan en hechos reales, probablemente la mayor proporción en la carrera por los premios más conocidos de la meca del cine, que se entregan el 2 de marzo. «Siempre ha sido una tendencia, pero en los últimos años ha habido como una explosión», aseguró la crítica de cine Molly Haskell, un día después del anuncio de las nominaciones en Los Ángeles, el evento que da el pistoletazo de salida a los meses previos de celebración de los Oscars. «Creo que el público parece querer hechos reales o pseudo-reales, de la misma manera en que los lectores quieren autobiografías. Tal vez la ficción como tal ya no es algo en lo que podamos creer», aseguró la experta.

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas reveló los nominados al Oscar en una ceremonia delebrada el jueves pasado en su sede de Beverly Hills.

Los nueve nominados que tendrán que competir en la categoría de Mejor película son La gran estafa americana, Capitán Phillips, Dallas Buyers Club, Philomena, 12 años de esclavitud, El lobo de Wall Street, Gravity, Her y Nebraska.

Y esta tendencia parece ser la tónica reinante de los Oscars de los últimos años. El año pasado una de las claras ganadoras fue Argo, una película cuya historia está basada en una operación de la CIA en Irán, dos años antes la ganadora fue El discurso del rey, que relata la vida del tartamudo rey británico Jorge VI. Y por último, En tierra hostil -ganadora del Oscar del 2009- que seguía a un equipo de desactivación de bombas en Irak.

Si es cierto, se le presta más atención

Este fenómeno que en los Oscars de este año también parece haber ocurrido se debe a varias razones según algunos de los expertos y analistas. Y es que los hechos reales venden más porque los espectadores se sienten mucho más atraídos a ver una película si saben de qué se trata, además lo cierto es que contar una historia siempre es mucho más sencillo si se sabe lo que realmente ocurrió: «Por alguna razón nosotros como sociedad estamos obsesionados con la realidad», aseguraba Tim Gray, editor de la revista Variety, destacando también la explosión de los reality shows en la televisión en los últimos años.

En casa, «todos hacemos videos de nosotros mismos. Publicamos fotos, protagonizamos nuestra propia historia de vida, por lo que parece lógico que cuando vamos al cine queramos ver algo real», declaró el analista a la agencia AFP.

Gray puso como ejemplo la cinta Dallas Buyers Club, que cuenta cómo Ron Woodroof, un vaquero homófobo y drogadicto, se convierte en un activista por los medicamentos contra el sida en la década de 1980 después de contraer el VIH.

«Ahí hay un homófobo que se agarra sida y aprende sobre la compasión. Si eso fuera ficción se podría pensar que es una manipulación, porque es demasiado descabellado», señaló el experto. «Pero uno dice: 'No, esto está basado en la realidad', y le presta más atención».

«Esto es una historia increíble... ¡y es verdad!»

La gran estafa americana, que junto con la odisea espacial Gravity acaparan el mayor número de nominaciones a los Oscars, se basa en una operación encubierta del FBI en 1970 conocida como ABSCAM, mientras que 12 años de esclavitud relata la tragedia de Solomon Northup, un hombre libre vendido como esclavo en 1841.

Capitán Phillips cuenta la historia del secuestro a un buque de carga de bandera estadounidense que en el 2009 llevaron a cabo un grupo de piratas somalíes. Mientras que El lobo de Wall Street cuenta la vida de Jordan Belfort, un estafador y hombre de excesos en el mundo de las altas finanzas.

«Es una gran manera de vender (la película): 'Oye, esto es una historia increíble... ¡y es verdad!', dijo Gray.

Además, mientras se hace publicidad, se puede dar a conocer a la persona que inspiró el film, como ocurre con la protagonista de Philomena, que relata la vida de una madre irlandesa que buscó durante 50 años a su hijo ilegítimo, dado en adopción por monjas católicas.

Para el profesor de cultura pop Robert Thompson, la tendencia hacia películas basadas en la realidad va de la mano a mano con el avance de la televisión como escenario de las grandes producciones.

«Basado en una historia real no es una etiqueta nada nueva, pero parece que se está convirtiendo en un requisito previo para que una película sea tomada en serio», dijo a la AFP este académico de una universidad neoyorkina. «A medida que la televisión se apodera de la alta ficción, las películas parecen buscar seriedad en la relevancia de la realidad», agregó.