Welser-Möst y la Filarmónica ofrecerán piezas inéditas de Johann Strauss
31 dic 2012 . Actualizado a las 11:37 h.En tiempos de recortes, hay que saber escoger con muy buen tino donde aplicar el escalpelo. Y aunque en Austria los presupuestos para la cultura prácticamente no han sufrido merma alguna durante estos últimos años, el tradicional Concierto de Año Nuevo no corre ningún peligro. Mañana martes los valses y polcas de la familia Strauss volverán a sonar en una cita que gracias a la televisión podrá seguirse en directo en ochenta y un países, España incluida (11.15 horas, La 1). Será sin duda el mejor anuncio publicitario de la nación centroeuropea, que ha sabido convertir la cultura en uno de sus principales reclamos turísticos, sino el mayor.
Franz Welser-Möst (para sus malévolos detractores, que los tiene, «Frankly worse than most», o sea, «Francamente peor que la mayoría»), responsable musical de la Ópera de Viena y titular de la Orquesta de Cleveland, será el encargado, por segunda vez en tres años, de dirigir a los filarmónicos vieneses. Los propios profesores de la orquesta son los encargados de seleccionar cada año al director con el que quieren colaborar. Y la experiencia del 2011 debió ser mutuamente enriquecedora, porque ahora repiten.
Nueve piezas inéditas
Para subrayar el cosmopolitismo de la ocasión, el programa no solo incluirá las golosinas habituales de la familia Strauss, con nueve piezas inéditas en este concierto del más conocido Johann, sino que se sumará al homenaje que el mundo entero rendirá a Giuseppe Verdi y a Richard Wagner con motivo de su bicentenario en el 2013. Del italiano se ha escogido para la ocasión una selección de Don Carlo, y el preludio del acto primero de Lohengrin de su supuesto rival .
Para Welser-Möst no ha supuesto ninguna molestia incluir ahora a los dos mayores operistas del siglo XIX en la cita, porque como él mismo ha recordado estos días es «un gran fanático del género lírico». «Sin la ópera no podría vivir», ha dicho. Quizá por eso incorporará además la Theater-Quadrille como otro guiño a su pasión declarada.
Entre el resto de piezas escogidas, el director austríaco de 52 años ha recopilado también una referencia hacia su afición alpina con la interpretación, por primera vez, de Aus den Bergen (Desde las montañas).
Nada de reivindicaciones
Esta vez no habrá discursos reivindicativos a la hora de la felicitación del año entrante. Welser-Möst no aprovechará el espacio que le brindan las cámaras para hacer mención alguna a los recortes culturales en particular (quizá porque Austria no los siente), ni a ninguno de los conflictos mundiales específicos, como otros colegas en el pasado.
Pero en cualquier caso, no se ha mordido la lengua en las entrevistas previas al concierto. «Una sociedad se identifica a través de su cultura y educación, y si se recorta en ambos ámbitos, es un tiro que sale por la culata», ha dicho.