PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos: Cuatro modelos en busca del voto

Juan Arjona

MERCADOS

juan salgado

PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos moderan sus posiciones iniciales para seducir a las clases medias. Los partidos tratan de compatibilizar el objetivo de la consolidación fiscal con un impulso del gasto público

29 nov 2015 . Actualizado a las 19:44 h.

Todavía no se conocen las versiones definitivas de los programas económicos de los partidos políticos que concurrirán a las elecciones del próximo 20 de diciembre. Pero todos ellos, a través de comparecencias públicas de sus dirigentes o en documentos con desigual grado de detalle, han adelantado sus líneas maestras y desgranado algunas de las propuestas que consideran más atractivas para seducir a los ciudadanos. Esos anticipos sugieren que los principales partidos se esfuerzan por arrincomar o dulcificar sus formulaciones más radicales, convencidos tal vez de que la batalla electoral se dirime en el centro del espectro político. Esa búsqueda de las clases medias como destinatarias principales del mensaje electoral resulta evidente en PP y PSOE, pero también -y de forma aún más llamativa- en los cambios de rumbo protagonizados por Ciudadanos y Podemos.

PP: PERSISTIR EN LAS REFORMAS y seguir creando empleo

El Partido Popular tenía previsto avanzar ayer, en Valencia, su programa electoral. De las declaraciones previas de sus dirigentes se desprende que sus propuestas están marcadas por el continuismo y dirigidas a consolidar la recuperación de la economía española y del empleo iniciada en el 2014. El PP, que anuncia un programa «serio y fiable», asegura ser el único partido que se compromete a no subir los impuestos e incluso a bajarlos a medida que se recupere la recaudación. «Los impuestos van a seguir bajando en el futuro», dijo Mariano Rajoy el pasado mes de julio. No se esperan, sin embargo, medidas fiscales relevantes a corto plazo, porque todavía este año se está aplicando la reforma recientemente aprobada por el Gobierno.

El partido actualmente en el Gobierno promete asimismo la creación de un mínimo de dos millones de empleos netos durante la próxima legislatura. Basa sus estimaciones en la experiencia de estos dos últimos años, un bienio que se saldará con más de un millón de nuevos puestos de trabajo. Frente a otros partidos que abogan por derogar «las reformas que han traído la recuperación a España», el PP estima que la reforma laboral aprobada en el 2012 constituye el motor que impulsa la creación de empleo.

El PP considera superada la etapa de la austeridad y los ajustes, cree que los objetivos de consolidación fiscal pueden alcanzarse por la vía de los mayores ingresos y asegura que no serán necesarios recortes adicionales del gasto público para doblegar el déficit y la deuda.

PSOE: MÍNIMOS EN SOCIEDADES, SUCESIONES Y PATRIMONIO

Cambiar el modelo económico y levantar gradualmente la austeridad, pero respetando los compromisos adquiridos con la Unión Europea, constituye la filosofía que inspira el documento Agenda para una recuperación justa, presentado por el PSOE. El partido de Pedro Sánchez propone aumentar la tributación de las grandes empresas, establecer nuevos impuestos «verdes» y acentuar la lucha contra el fraude, lo que permitiría acrecentar en dos puntos la presión fiscal, actualmente situada en el 37,8 % del PIB. En concreto, las empresas pagarían un mínimo del 15 % por el impuesto de sociedades -muchas de las grandes tributan actualmente un 5 %- y serían revisadas muchas de las bonificaciones y exenciones vigentes. La propuesta incluye asimismo la recuperación del impuesto sobre el patrimonio y la fijación de un mínimo común, en todas las comunidades autónomas, del impuesto de sucesiones. Opuesto a los copagos que defiente «la nueva derecha» -Ciudadanos- y las amnistías fiscales de «la vieja derecha» -PP-, el PSOE pretende desviar parte de la excesiva carga fiscal que soporta el trabajo hacia los rendimientos del capital. 

El nuevo modelo económico aboga por incrementar la productividad y el tamaño medio de las empresas, mejorar su financiación y apostar por las actividades industriales más innovadoras. En el marco de la que denomina «economía 4.0», la agenda socialista pretende recuperar a 10.000 jóvenes investigadores, duplicar la inversión en I+D+i e impulsar el surgimiento de «emprendedores tecnológicos».

El PSOE asume el compromiso de la estabilidad presupuestaria, pero atenuando el ritmo: promete reducir el déficit público hasta el 1 % del PIB en el año 2019 -el PP prevé rebajarlo al 0,3 % un año antes- y dejar las cuentas «cuadradas» al final de la legislatura.

CIUDADANOS: REFORMA FISCAL Y CONTRATO ÚNICO

La oferta económica de Ciudadanos incluye dos reformas de envergadura en la esfera fiscal y en el ámbito laboral. La primera introduce cambios en casi todos los impuestos estatales. Inicialmente defendía la reducción de los tipos general -del 21 % al 18 %- y reducido -del 10 % al 7 %- del IVA y la supresión del tipo superreducido del 4 %. Tras el aluvión de críticas recibidas, ante la evidencia de que la propuesta abarataría los artículos de lujo y encarecería los productos básicos, el partido de Albert Rivera opta ahora por mantener el tipo superreducido y rebajar los demás, lo que según sus cálculos recortaría en 850 millones de euros la recaudación. Ciudadanos propone también reducir el tipo nominal del impuesto de sociedades, acercándolo a la media europea -25 %-; rebajar al 40 % el tipo marginal del IRPF y eliminar desgravaciones como la deducción por la inversión en vivienda habitual; eliminar o modificar en profundidad el sistema de módulos; cambiar el régimen fiscal de las sicav, que permite «cierto fraude» a los grandes patrimonios; y armonizar los tributos gestionados por las comunidades autónomas: patrimonio, sucesiones, transmisiones y tasas sobre el juego.

En el ámbito laboral destaca su propuesta de contrato único, estableciendo una escala de indemnizaciones por despido que se incrementarían en función de la antigüedad en el empleo. Defiende también Ciudadanos la implantación de la llamada «mochila austríaca», si bien no aclara quién la financiaría: una cuenta individual acumulativa, equivalente al 1 % del salario, de la que el trabajador dispondría en caso de ser despedido. Su programa incluye también la creación de un «cheque formación» para parados, para que estos se formen en los centros que consideren conveniente y no necesariamente a través de los cursos gestionados por patronal y sindicatos.

PODEMOS: renta básica para las familias que no tienen ingresos

Podemos también ha modulado en gran medida su mensaje. La renta básica universal que proponía se han transformado, en su documento Un proyecto económico para la gente, en una renta garantizada de 600 euros para las familias sin ingresos y una ayuda complementaria para los asalariados cuyo sueldo no llegue a 900 euros al mes. Estima el coste de esas medidas, de las que se beneficiarían 7,8 millones de personas, en unos 15.000 millones de euros al año.

El partido de Pablo Iglesias propone también estimular la economía y el empleo con un sustancial aumento de la inversión pública, que cifra en 25.000 millones de euros al año. Todo ese dinero debería proceder de una reforma fiscal que reduzca de ocho a cuatro puntos el diferencial de presión impositiva entre la UE y España. Y también de posponer, durante dos o tres años, las exigencias financieras que impone la lucha contra el déficit.

En materia tributaria, Podemos propone establecer transitoriamente un «impuesto de solidaridad» a la banca, que garantice la recuperación de las ayudas públicas que recibió; aumentar los tramos del IRPF a partir de 60.000 euros, elevando el tipo marginal del 45 % actual al 55 % en rentas superiores a 300.000 euros; subir los impuestos de patrimonio y sucesiones; equiparar la tributación de las sicav a la que grava el patrimonio, y establecer un nuevo tipo de IVA, fijado en el 25 %, para los artículos de lujo.

Podemos propone también reducir la jornada laboral a 35 horas semanales y subir el salario mínimo a 800 euros al final de la legislatura.