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Cerco y arrastre, pendientes de Madrid para planificar la campaña de pesca

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Esteban Cobo | EFE

Unos quieren conocer el reparto individual y otros, si podrán capturar cigala en Galicia

04 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Está vigente a todos los efectos desde el pasado 1 de enero, pero no fue hasta ayer que apareció publicada en el BOE (Boletín Oficial del Estado) la resolución con las cuotas de pesca que corresponden a los distintos segmentos de flota del caladero nacional. Cierto que no hay demasiado retraso con respecto a otros años, pero, «como sempre, por non variar» llega tarde, explica Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores del Cerco de Galicia (Acerga). El cerco se queja de llevar trabajando más de un mes sin conocer ni la cuota global que tienen y mucho menos el reparto individual, por lo que no pueden organizarse ni planificar el año. 

Y en este ejercicio, con el relevo al frente de la Secretaría General de Pesca, el calendario va atrasadísimo. «Xa suspenderon dúas veces a reunión para falar tanto do xurelo da zona VIIIc como da IXa, da anchoa e da sardiña», explica García. Con respecto a esta última especie, desconocen todavía el resultado que arroja la regla de explotación que fija el límite de capturas para España y Portugal. Es verdad que la temporada de pesca no se abrirá hasta marzo, pero poco se puede planificar si se desconoce hasta el cupo global que tendrán que repartirse con los portugueses y lo que después deberán compartir con la flota del golfo de Cádiz, con los que van al 60-40 %. 

Malas perspectivas para el jurel

«Complicado». Así se les presenta el año a los cerqueros, apuntan desde Acerga. «Na zona VIIIc (de Fisterra hasta el golfo de Vizcaya) temos case dous millóns de quilos menos que o ano pasado», recuerda el portavoz de la agrupación de cerqueros que realizan gestión conjunta. Esto es, que suman las cuotas individuales de los 97 barcos adscritos y después las consumen autoimponiéndose topes semanales.

Y eso a pesar de que, como el año pasado, se ha hecho uso de las condiciones especiales y se ha traspasado en torno a la mitad de cupo de la zona VIIIb -golfo de Vizcaya- para que lo consuman los barcos en el caladero del Cantábrico Noroeste.

De las 33.000 toneladas de xarda que los distintos segmentos de flota podrán pescar a lo largo de este ejercicio, ya se han descontado las 5.544 toneladas que Bruselas reclama en concepto de multa por la sobrepesca del año 2009. La gestión de esta especie se presenta polémica para este año, toda vez que las cofradías asturianas están valorando pedir la suspensión de la costera del verdel por considerar injusta la orden ministerial que regula el reparto de las posibilidades de pesca de esta especie. Lo están consultando con los servicios jurídicos, pero a falta despejar ese dictamen, la flota de bajura está dispuesta a ir a por todas: «O pescamos todos o no pesca nadie», aseguró a medios del Principado Dimas García, presidente de la Federación de Cofradías de Asturias. 

Al rescate de la cigala

Para el arrastre de litoral, la urgencia es otra bien distinta. En diciembre pasado, el Gobierno regresó con un TAC (total admisible de capturas) cero para la cigala del Cantábrico, una pesquería esencial para Galicia. Los armadores están a la espera de mantener un primer encuentro con el nuevo secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, para despejar la incógnita de si podrán pescar crustáceo aunque sea de forma incidental, dado que ahora están obligados a tirar cuanta cigala quede atrapada en el aparejo.

El sector ya se ha puesto a trabajar, recopilando datos de captura e información sobre las bajas que no hacen uso de la cuota que le corresponde, pero se necesita también trabajo de Madrid y del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y por esa banda todavía no se ha hecho nada. Torcuato Teixeira, secretario xeral de Pescagalicia, espera que esta semana que viene puedan ponerse manos a la obra para que cuando llegue mayo no tenga que darse el absurdo de tener que tirar por la borda -dada su elevada capacidad de supervivencia- una especie que ofrece elevados rendimientos a la flota.