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AGE dice que la Lei de Acuicultura es «una bomba atómica» para Galicia

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MONICA IRAGO

Fajardo dibuja un mar salpicado de jaulas repletas de peces carnívoros, foráneos transgénicos y medicados

04 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Una Galicia con un mar salpicado de jaulas repletas de peces carnívoros, foráneos transgénicos y medicados mientras pescadores artesanales y los mariscadores se ven yendo camino del exilio. Es el apocalíptico cuadro que ayer pintó verbalmente Juan Fajardo, portavoz de Pesca de AGE, en la Comisión de Pesca del Parlamento de Galicia, donde pidió la retirada del anteproyecto de Lei de Acuicultura. Un texto que, entiende, condena a la desaparición «o noso modelo tradicional de explotación do mar» en beneficio de las multinacionales, que implantarían un sistema poco respetuoso con el medio ambiente que acabaría con las especies autóctonas gallegas y tendría implicaciones hasta en la hostelería y el turismo, que no podría catar las especies que ahora dan fama a la comunidad. «O que inventou isto, dou coa bomba atómica para Galicia», sentenció Fajardo.

Ese cuadro tremendista, aunque algo menos pavoroso, también fue el que evocaron los portavoces del BNG y del PSdeG, Daniel Rodas y José Ramón Val, que respaldaron a Fajardo en su petición de que se retire un texto que «non é reformable», en palabras de Rodas, porque no soluciona problemas de la acuicultura que ya hay, «como a atomización do sector miticultor ou que este país non sexa capaz de obter a súa propia semente de ameixa», y busca la privatización do mar en contra «da idiosincrasia deste país para favorecer outro tipo de explotación», en opinión de Val.

Solo «co respaldo do sector»

El único al que la Lei de Acuicultura sugiere un bucólico cuadro de convivencia entre marisqueo, pesca artesanal y piscicultura fue al portavoz del PP, José Manuel Balseiro, solo que este se limitó a repetir las palabras del presidente Feijoo y apenas dio un argumento capaz de teñir de rosa las escenas que en las que la oposición cargó todo de negro.

A las exigencias de los demás partidos políticos de que escuchase a sus compañeros de partido que están «a pé de obra», Balseiro replicó que ya han sido atendidos y que por eso se ha paralizado la tramitación del anteproyecto. «O Goberno non aprobará unha lei de acuicultura sen ter o respaldo do sector», insistió una y otra vez el portavoz popular, que rebajó a simple cuestión semántica la polémica entre retirada y paralización de la ley. No apoyó la moción de Fajardo, al que acusó de desinformar, porque se necesita un documento sobre el que basar el debate y llegar al consenso.