La madre fue golpeada y empujada en Sarria incluso cuando tenía un bebé en brazos
14 ene 2016 . Actualizado a las 12:25 h.Un niño de doce años tuvo que intervenir para poner orden entre sus padres mientras estos estaban enzarzados en una discusión durante la cual la madre supuestamente fue agredida a puñetazos. El presunto agresor debía ser juzgado ayer en Lugo, pero la vista se suspendió. Los hechos ocurrieron en un piso de Sarria el día de Navidad de 2012.
El pequeño se encontró con la violenta situación que estaban protagonizando los adultos y no tuvo más remedio que intervenir para separarlos. En ese momento, según el fiscal, el hombre le había dado con los puños en la cara a la mujer y, posteriormente la agarró por el cuello. Parece que el niño finalmente consiguió poner algo de orden, aunque al poco tiempo el adulto recuperó su carácter violento.
Tras la primera acometida, a la mujer supuestamente volvió a atacarla, esta vez cuando tenía a un bebé en brazos. La empujó contra la cama, según consta en las diligencias judiciales.
Todos los incidentes sucedieron después de que la pareja regresase de cenar de la casa de ella. El acusado comenzó a decirle a la víctima que no la soportaba más y la insultó. Ella trató de calmarlo y en ese momento llegaron los puñetazos.
El fiscal considera que él ha de pagar con una condena consistente en un año de cárcel y una indemnización de 620 euros.
Ayer, fue juzgado un sarriano al que el fiscal acusa de darle un cabezazo en la nariz a su madre, que acabó con una contusión nasal. El incidente ocurrió el 9 de marzo de 2014 y, al día siguiente, prohibieron al presunto autor de los hechos que no se acercara a su progenitora que tenía un gran temor y desasosiego.
El fiscal reclamó que le fuese impuesta al acusado una pena de ocho meses de prisión y que el alejamiento se mantenga por un tiempo de dos años.
En otro juicio, C. M. F., aceptó 12 meses de prisión por maltratar a su mujer a la que se dirigía con insultos y que golpeaba en caso de que no le obedeciera. En una ocasión la agarró por un brazo, la zarandeó y luego le dio una patada. El suceso se produjo en el domicilio familiar de la pareja en Lugo. La pareja tiene una hija. Se separó inicialmente y luego volvieron.