Roban a peregrinos en O Cebreiro tras rociarlos con gas picante mientras dormían

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos SARRIA / LA VOZ

LUGO

Carlos Castro

Les sustraían el dinero cuando salían corriendo al baño para aliviar los ardores

04 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los cerca de cien peregrinos que el pasado martes pernoctaron en el albergue público de O Cebreiro vivieron una noche muy agitada que terminó con una desagradable sorpresa: a un buen número de ellos les habían robado. El sistema que utilizaron los ladrones fue rociar las habitaciones con un espray que provocaba fuertes picores en la boca y sensación de ahogo y obligaba a los romeros a levantarse para beber. Una vez que pasaron el agobio inicial y se recuperaron, la mayor parte de los que fueron al baño se encontraron con sus cosas cambiadas de sitio y, tras examinarlas, detectaron que les habían robado el dinero.

Las complicaciones comenzaron alrededor de las tres de la mañana cuando algunas personas notaron fuertes picores de garganta y fueron a los aseos. «Algunos lo notamos poco, pero otros lo pasaron fatal. La chica que dormía debajo de mi litera se llevó un gran apuro por el intenso picazón y la sensación de que se le inflamaban la lengua y la garganta», explicó Nieves Rodríguez, peregrina que viaja en un grupo de Torrejón de Ardoz en el que dos de sus integrantes fueron víctimas del robo.

Los afectados no señalan a nadie, pero sospechan de una chica rubia y menuda que estaba en el baño a las tres de la mañana y otra de similares características que se encontraba en el pasillo. «A las tres de la mañana vimos a una mujer rubia mirándose al espejo y no parece normal acicalarse a esas horas. Había otra en el pasillo cerca de la puerta de las habitaciones como si vigilara. Es lo único que nos llamó la atención en ese momento», explicó Nieves Rodríguez.

Una vez recuperada la calma, los afectados hicieron composición de lugar e intentaron desentrañar el modus operandi de los autores del robo. «Las personas que sufrieron los picores con mayor intensidad fueron los que ocupaban las literas de las esquinas de las habitaciones. La explicación que dedujimos es que esparcieron el aerosol en esas zona al ser las más próximas a las puertas y permitirles primero actuar con mayor comodidad y, una vez consumado el robo, escapar con una mayor facilidad al estar próximos a la puerta de entrada de las habitaciones», razonó Nieves Rodríguez.

Otra sensación que tienen es que los autores de la fechoría sabían perfectamente el lugar en el que conseguir el dinero. «Nos parece evidente que nos tenían vigilados, ya que hasta a una chica que es policía le robaron un dinero que tenía oculto en un lugar bastante discreto. También abrieron en muy poco tiempo bolsillos de mochilas en los que sabían a ciencia cierta que encontrarían dinero», manifestó Nieves Rodríguez.

Unos 3.000 euros

El botín final que obtuvieron del robo ronda los tres mil euros y los afectados ya presentaron denuncia.

Los afectados van a continuar haciendo la ruta jacobea hasta el final. «Nos quitaron el dinero, pero no la ilusión. Seguiremos y donde comen siete comen diez», expresó con rotundidad Nieves Rodríguez, quien añadió que estas actuaciones deben de conocerse para que la gente adopte precauciones.

La presencia de mujeres extranjeras que actuaban como descuideras en el Camiño Francés ya fue denunciada en varias ocasiones y fueron identificadas por los agentes. Hasta ahora solo habían ejecutado pequeños hurtos y nunca llegaran a una actuación tan osada como la del martes.