La consolidación de los muros y la limpieza centraron los trabajos del estío
26 ago 2014 . Actualizado a las 06:52 h.Los trabajos de rehabilitación del castillo de Pambre siguen a buen ritmo. Tras unos inicios marcados por las excavaciones arqueológicas y los importantes restos que ayudarán a comprender el origen de un enclave con pasado suevo, romano y castrexo (aunque el actual edificio es del siglo XIV), los trabajos de las últimas semanas se centraron en la limpieza de la fortaleza y la consolidación de los muros que rodean el castillo, con el fin de asentarlos y evitar su derribo. Además, los trabajos de consolidación de los muros han servido para que arqueólogos e historiadores tomasen datos sobre cómo se levantó la fortaleza y cuáles eran «sus armas defensivas» antes posibles ataques.
Los trabajos, dirigidos por el arquitecto Mario Crecente, obligó al desmonte de piedras para luego volverlas colocar en su mismo lugar. Como viene siendo habitual en este tipo de trabajos, las piedras fueron numeradas con el fin de saber cuando se vuelven a colocar dónde está su lugar original. Para consolidar las murallas fue necesario también desmontar o retirar construcciones pegadas a los muros, como por ejemplo la Casa dos Caseiros.
Los primeros resultados de los estudios arrojan que el sistema defensivo que se levantó entorno a Pambre era magnífico, con una sólida muralla, aunque con el paso de los siglos y las construcción anexas corría riesgos de derribos.
PATRIMONIO LUCENSE