En Tráfico, los funcionarios podían manipular expedientes de multas

xosé Carreira LA VOZ / LUGO

LUGO

OSCAR CELA

Varios de ellos aparecieron firmados por una jefa que estaba de vacaciones

30 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Aún cuando queda un paso fundamental, que es que el tribunal decida la inocencia o culpabilidad de los imputados, tras la conclusión del juicio por la trama de las multas de tráfico, la fiscalía deja bien parados a los políticos y a los cargos. No ocurre lo mismo con una funcionaria, la jefa de negociado, para quien pide prisión e inhabilitación. Su letrado, José Soto, explicó que había sido un error el someterla a juicio porque se trata de una auxiliar administrativa que, después de 31 años, llegó a ser jefa de negociado y que, dijo, repartía trabajo entre sus compañeros porque al mes tenían que tramitar más de mil sanciones.

Otros imputados de a pie, aún viendo reducida la petición de pena, se quedan con un poco menos de la mitad de la solicitada para el Subdelegado del Gobierno. El abogado José Riopedre dijo que su defendido era un estudiante de 19 años que usaba el coche de vez en cuando «e preténdese soster que pediu favores de instancias administrativas».

Si se tienen en cuenta las opiniones expuestas ayer por varios letrados en el acto de conclusiones finales, el funcionamiento de la DGT en Lugo supuestamente llegó a ser peor que el de cualquier ultramarinos en el que el empleado puede meter mano en el saco de los garbanzos. En la jefatura de Ramón Ferreiro había una clave para la informatización de los expedientes y, según parece, varios funcionarios podían utilizarla sin ningún tipo de control.

La situación llegó a ser tan estrambótica que José Soto contó, en defensa de la funcionaria, que cuando esta se encontraba de vacaciones aparecieron resueltos expedientes de multas. No tendría nada de particular porque el trabajo no podría paralizarse, pero resulta que fueron resueltos con su firma. Hay multas que fueron manipuladas un día 2 de enero, cuando la jefa del negociado de sanciones estaba de vacaciones hasta el día 7 del mismo mes. En dos expedientes resueltos en esa fecha apareció la firma de la imputada. Es decir, recordó el letrado, la funcionaria tendría que haber interrumpidos sus vacaciones para ir a firmar esas dos resoluciones al día siguiente de año nuevo.

Soto se refirió a las firmas informáticas y alertó de que si un día llegan al sector judicial, «ya se puede tener cuidado con las claves». «No voy a juzgar si el método es correcto, pero espero que no lleguen a la Justicia para las sentencias porque entonces Dios nos libre...», indicó.

Este letrado recalcó que con la funcionaria se estaba cometiendo una injusticia. «No tenía poder de decisión porque era una auxiliar administrativa. No quedaba más remedio que retirarle la acusación y para no hacerlo, se dice que no es autora, pero sí cooperadora. Es imposible física, metafísica e intelectualmente que pudiera hacerlo», añadió.

«Algo non funciona ben na DGT de Lugo», aseguró Alejandro Fernández Pumariño, abogado del cura Luciano Armas y del alcalde de Muras. Explicó que el programa informático permitía sobreseer expedientes de multas con una resolución totalmente firme. Recordó que cuando pidieron alguna denuncia de diciembre de 2007, no apareció.

Indicó que dos meses antes del registro judicial hubo una inspección en la que no aparecieron expedientes con acrónimos anotados. Poco tiempo después detectaron anotaciones como POS (Por orden subdelegado, supuestamente).