La SAT Cavadas tiene cinco reses entre las 200 de mayor calidad del país
23 feb 2014 . Actualizado a las 06:47 h.Sin estudios veterinarios o especial conocimiento del sector ganadero, a nadie se le escapa que Arosai es una vaca de aspecto llamativo. Pero esa imagen lustrosa no es casualidad, ya que se trata de la mejor vaca frisona de España según análisis efectuados recientemente. La SAT Cavadas -situada en Xermade, a poco más de un kilómetro de la capital del municipio- puede presumir de ese selecto animal.
Un análisis de sangre determina las proteínas o la grasa que puede dar la leche de la res, factores básicos para elaborar la clasificación. Con los avances técnicos que también han llegado al mundo de la ganadería, no es preciso esperar tanto tiempo como antes. Las pruebas fueron realizadas por Xenética Fontao, y los resultados, publicados en la revista de Conafe (Confederación de Asociaciones de frisona española).
El animal cumplirá tres años en abril. Su media de producción es de 39 litros al día, y su alimentación diaria suele componerse de 19 kilos de silo de hierba, otros tantos de silo de maíz y 12 de cereal y de corrector. La distinción no tiene ninguna recompensa para la SAT, aunque su propietario, José Ángel Blanco Purriños, no oculta sus buenas sensaciones: «Para os que traballamos con animais, é unha satisfacción. É unha recompensa ao traballo de varios anos», asegura.
Alto nivel
Blanco preside además Os Irmandiños, cooperativa que tiene su sede en el municipio de Ribadeo pero cuyos socios se reparten por A Mariña, Terra Chá e incluso Ortegal y el Occidente asturiano: como buen conocedor del sector, no duda en afirmar que esas explotaciones «están ao nivel de calquera país comunitario».
El nivel de esta granja no se limita al reconocimiento conseguido por uno de sus animales, pues otras cuatro reses figuran entre las 200 mejores: Arousiña está en el séptimo lugar; Ara, en el número 22; Area, en el 148, y Arousa, en el 187. Además, en la categoría de animales de menos de 18 meses, otros tres aparecen en los cien primeros puestos.
El parecido de los nombres es más que evidente y tiene una explicación: la madre de Arosai y de sus hermanas se llama Arousana. Más allá de semejanzas en los nombres, en la explotación se busca que la calidad genética también esté presente. Por un lado, los embriones obtenidos de Arosai se han implantado en otra vaca, que ya está próxima al parto. Por otro lado, esta vaca que ocupa el primer puesto de la clasificación es hija de un toro americano; su madre fue fecundada con semen de un toro francés, y a la madre de su madre se le aplicó semen de uno italiano.
En ese sentido, agrega el ganadero, se supone que ese alto nivel genético seguirá presente en futuras generaciones. Blanco prevé que se logren resultados «non, se cadra, para ser número un pero si para estar arriba».