«Hemos hecho chicos muy blanditos frente a las adversidades»

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTÉS

El protagonista de Hermano mayor dio ayer una charla en un colegio de Monforte

06 nov 2014 . Actualizado a las 08:29 h.

Pedro García Aguado fue deportista de élite en los años ochenta, pero acabaron expulsándolo de la selección española de water polo en vísperas de Barcelona 92 por sus excesos con el alcohol y las drogas. Desde hace unos años es uno de los rostros más conocidos de la televisión por su papel de asesor para la resolución de conflictos familiares en el programa Hermano mayor. Ayer estuvo en Monforte para dar una charla en el colegio Torre de Lemos. Ante decenas de padres, explicó sus recetas para que la crianza de los hijos no acabe mal.

-¿Suelen preguntar mucho los padres que acuden a estas charlas?

-Aquí, al ser un sitio pequeño, igual la gente no se anima porque al conocerse todos entre sí no te van a contar su vida. De todas formas a veces se genera un clima tan bueno que la gente se lanza. Con una simple respuesta no se soluciona un problema, pero a veces sirve para orientar.

-¿Están los padres de hoy más perdidos que los de hace veinte o treinta años?

-Se enfrentan a retos distintos. Y los chavales también.

-¿Por qué? ¿En el fondo no se trata siempre de los mismos problemas?

- Yo creo que ha habido un cambio en la disciplina en el hogar, en la sobreprotección. Niños nacidos en la burbuja de la bonanza que hubo en España han sido niños muy consentidos, muy malcriados, que han accedido a lo material sin ningún esfuerzo. Y ahora sufren las consecuencias de esa educación. Chicos a los que por no enseñarle a atarse los cordones le compran zapatillas de velcro hasta los 12 años, hijos de padres separados que con 15, 16 o 17 años siguen durmiendo con la madre o con el padre... ¿Tan frágiles somos? Nosotros hemos crecido en un mundo duro. Crecí en el colegio con el churro, media manga, mangotera y no me rompí la espalda. Con tantas facilidades, hemos hecho chicos muy blanditos para superar adversidades. Los nacidos después del noventa están general muy poco preparados para manejar la frustración.

-Pues de esta crisis económica va a salir una generación muy dura.

-Mejor educada, sí. Porque la crisis nos ha abierto a todos los ojos.

-¿Tiene hijos?

-Tengo dos hijas, de 16 y 14 años. Están en una edad cojonuda, muy divertida. [risas]

-¿Y cómo lo lleva?

-Pues aprendiendo mucho, de ellas, de mis errores y también de lo que hago en mi trabajo en Hermano mayor. Paso mucho tiempo fuera de casa, y el otro día una de mis hijas me echó en cara que siempre que nos vemos acabamos discutiendo. Yo le contesté que sí, pero que es porque ella no se porta como se tiene que portar, que no por estar poco en casa voy a decirle a todo que sí. Esa pelea es sana, sobre todo si es de forma equilibrada. Así que yo tengo también mis pequeños problemas en casa.

-Asesor para la resolución de conflictos. ¿Eso se aprende o hace falta un determinado carácter?

-Necesitas sentido común para entender qué está pasando. Los padres siempre tienden a culpar al hijo. Volvamos atrás en el tiempo, pensemos qué hiciste cuando tenía un añito, cuando tenía dos. Detectando el origen del conflicto en el momento adecuado dejas de echarle la culpa al chaval y pones la atención donde hay que ponerla. Es curioso ver cómo a veces con un cambio radical en la actitud de los padres hace cambiar también completamente a los chavales. Y hay que entender que todo el mundo educa y que todos los hijos se comportan lo mejor que saben. Yo no he visto ningún niño que sea un completo indeseable, a no ser que se trate de un psicópata, que eso ya es algo que tiene que tratarse con médicos.

-¿Todo tiene arreglo?

-Si no hay patologías, sí. Que un hijo te haya puesto la mano encima, que te haya roto la vajilla o que tú te hayas divorciado y hayas utilizado a tu hijo como arma arrojadiza contra tu mujer son cosas que no se pueden cambiar. Pero sí es posible verlas de otra manera y decidir que uno no va a estar arrastrando eso toda la vida, que lo pasado pasado está y que puede servirnos para no volver a caer en los mismos errores.

-¿Habrá más entregas de Hermano mayor?

-Estamos acabando de grabar la séptima. En televisión importa la audiencia y eso de momento funciona. Y terapéuticamente hablando también funciona, porque de los casi cien casos que hemos hecho te podría decir que ochenta se mantienen muy bien. Y eso yo creo que es un éxito.