Cortafuegos en las cumbres de la sierra de O Courel

Francisco Albo
francisco Albo MONFORTE / LA VOZ

RIÓS

GUILLERMO DÍAZ AIRA

La ruta de senderismo de Penaboa resalta una seria alteración ambiental

03 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La reciente apertura de una ruta de senderismo en las faldas del monte Pía Paxaro ha puesto de relieve la existencia de grandes cortafuegos en las cumbres de la sierra de O Courel, un elemento preventivo que ocasiona un indudable impacto paisajístico. El biólogo monfortino Guillermo Díaz Aira, uno de los organizadores de la marcha realizada el pasado sábado para abrir la ruta, señala que muchos de los participantes -llegados de diferentes puntos de Galicia- manifestaron su disgusto al descubrir un cortafuegos de grandes dimensiones en la cara oeste del pico de Penaboa.

El cortafuegos lleva mucho tiempo abierto y puede divisarse a gran distancia. «Vese incluso desde a estrada de Escairón a Monforte», señala Díaz. Pero al llegar al paraje, el gran surco impresiona especialmente a los visitantes. Se extiende a lo largo de más de un kilómetro entre Penaboa y el Pico do Coto y en algunas zonas alcanza anchuras de diez o quince metros. Claro que este cortafuegos está lejos de ser un caso único en la zona. «Na Serra do Courel, canto máis alto se sube máis fea resulta a paisaxe, porque comezan a aparecer por todas partes cortalumes e pistas forestais», añade Guillermo Díaz.

Erosión y contaminación

Además del impacto visual, el biólogo señala que estos cortafuegos causan diversos daños ambientales. «Moitas veces ábrense polas aristas das montañas e cando chove moito convértense en ríos, alterando o curso natural das augas e causando un efecto erosivo moi forte», explica. «Como na zona hai moita pizarra, fórmanse lodos ácidos que cando chegan aos ríos matan aos alevíns das troitas e outras especies sensibles», agrega. Los cortafuegos, indica por otro lado Díaz, pueden facilitar la entrada de especies invasoras de plantas en estos frágiles ecosistemas.

La existencia de este conjunto de cortafuegos y pistas, a juicio del biólogo, puede ser un serio obstáculo para que la sierra sea declarada parque natural. «Hai lugares que están tan alterados que dificilmente poderían ser incluídos nunha zona natural protexida», dice. En su opinión, mientras no se halle una solución mejor para luchar contra los incendios, al menos no se deberían abrir cortafuegos siguiendo la dirección de las pendientes y las aristas.