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LA VOZ DE LA ESCUELA

Saber hacer amigos y conservarlos es uno de los componentes básicos de las habilidades sociales
Saber hacer amigos y conservarlos es uno de los componentes básicos de las habilidades sociales Valentina Powers

Aprender a vivir en sociedad es imprescindible para el bienestar emocional

08 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Profe, no me dejan jugar», protesta Susana entre lágrimas en una esquina del patio. Las niñas que le han hecho el vacío se defienden diciendo: «Es que es una tramposa, no queremos estar con ella». La maestra suspira y se la lleva de la mano para consolarla y explicarle que es necesario respetar las normas del juego si quiere estar con sus compañeros. Esta escena se lleva repitiendo casi cada día desde el principio de curso: es una alumna que siempre tiene conflictos con los demás, que llora por todo, que se siente rechazada y que no es capaz de encontrar «su sitio» en lo que a relaciones sociales se refiere. De hecho, la tutora está tan preocupada que ha pedido colaboración a sus padres. Tampoco ellos saben muy bien qué hacer, aunque reconocen que algo está fallando. La orientadora les ha explicado que su hija necesita mejorar sus habilidades sociales. ¿Pero a qué se refiere exactamente?

Las habilidades sociales hacen referencia a una serie de destrezas necesarias para adaptarse a la vida en sociedad, lo que significa ser capaz de comunicarse con los demás y de disfrutar al hacerlo, saber solucionar conflictos interpersonales y tener habilidades para adaptarse al propio entorno. A quien tiene la suerte de dominarlas de forma natural le otorga grandes ventajas a la hora de comprender las emociones de los demás, de hacerles sentirse bien, de resolver conflictos, de liderar grupos o de empatizar con niños y adultos. En definitiva, saben caer bien. Pero, en el otro extremo, no son pocos los que se sienten torpes a la hora de iniciar una conversación, hacer y conservar amigos o negarse a alguna propuesta que en realidad desearían saber rechazar. Son personas que o bien están en permanente tensión y conflicto con los demás, o bien deciden aislarse y prescindir de los otros en su día a día.

Pero lo cierto es que no podemos prescindir de los demás, al menos si queremos lograr un bienestar emocional y un desarrollo integral de nuestra persona.

Las habilidades sociales, que se adquieren sobre todo en los primeros años de vida, en la práctica se traducen en una serie de conductas agrupables en cinco grandes grupos:

1. Habilidades básicas de interacción social. Sonreír y reír, saludar, hacer presentaciones, realizar favores (y pedirlos) y gestos de cortesía componen las cinco habilidades de esta primera parte. Estas conductas, también conocidas como de protocolo social, se asocian a una época más antigua. Pero lo cierto es que son fundamentales para alcanzar el éxito en las relaciones interpersonales.

2. Habilidades para hacer amigos y amigas. Reforzar a los demás (felicitar, piropear), establecer relaciones, unirse al juego de otros, estrategias de ayuda (en la doble vertiente de pedirla y prestarla) y habilidades para cooperar con los compañeros constituyen esta segunda área dedicada a la amistad.

3. Habilidades de conversación. Cómo iniciar, mantener y terminar conversaciones, cómo unirse a la charla de otro grupo o cómo dominar un diálogo entre varias personas son las cinco habilidades de este tercer grupo.

4. Habilidades relacionadas con los sentimientos, opiniones y emociones. Las autoafirmaciones positivas, la expresión y recepción de emociones y la defensa de los propios derechos y opiniones definen los elementos básicos de esta forma de actuar, que es la asertiva.

5. Habilidades de solución de problemas interpersonales. Identificar problemas interpersonales, buscar soluciones, anticipar consecuencias, tomar una decisión y llevarla a la práctica son las cinco estrategias imprescindibles para resolver conflictos interpersonales en la infancia y en la adolescencia.

6. Habilidades para relacionarse con adultos. Conductas de cortesía, refuerzo, conversación, petición y solución de problemas con los mayores son las últimas estrategias básicas que permiten establecer una relación socialmente inteligente con los adultos más significativos del entorno de cualquier niño o adolescente: padres y profesores.

Lo mejor de todo es que estas habilidades se pueden aprender. Desde luego hay que practicarlas en contextos reales (en clase, en el parque, con el grupo de amigos..), pero antes de llegar ahí también se puede recurrir a los materiales que ofrecen determinadas editoriales. Exige algo de ayuda por parte de los padres, pero los beneficios que se pueden conseguir a medio plazo bien merecen el esfuerzo.

escuela de padres 

? TEMA DEL MES: Las habilidades sociales.

? ETAPA: Infantil y primaria.

? LA FRASE: «Al menos un 80 % de la inteligencia en la edad adulta proviene de habilidades emocionales y sociales» (Daniel Goleman).

? EL DATO: Los niños que presentan dificultades en el aprendizaje son más vulnerables a la hora de desarrollar cierta torpeza en el dominio de las habilidades sociales (Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura).

? COMPORTAMIENTOS QUE SE DEBEN EVITAR: Forzar a los niños a que muestren una conducta madura desde el punto de vista social (entablar una conversación con un niño que no conoce, intervenir en público…) para la que no están preparados. Animar, siempre; obligar, nunca.

? ALGUNAS CLAVES: En el aprendizaje de las habilidades sociales el modelo que ofrecen los padres es fundamental. Un padre no puede pedir a su hijo que mire a los ojos cuando habla con otros si él mismo no lo hace.

? PARA SABER MÁS: «El déficit de habilidades sociales. Guía para padres» es un vídeo realizado por el canal de YouTube «Superpadres». En él, José Antonio Marina, creador de esta web, ofrece consejos para la mejora de la competencia social de los hijos. Este es el enlace: https://youtu.be/VqafECuNpvU