El avance de los ejércitos de Irak y de Siria acaba con más de 50 yihadistas en menos de 24 horas

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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ALI HASHISHO | REUTERS

La aviación iraquí, apoyada por la coalición internacional liderada por EE.UU., atacó ayer posiciones del EI en Tel Sufuk

01 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El fin del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak está cerca. El grupo terrorista perdió en apenas un día a más de 50 militantes en sendos bombardeos.

La aviación iraquí, apoyada por la coalición internacional liderada por EE.UU., atacó ayer posiciones del EI en Tel Sufuk, cerca de la frontera con Siria. Durante la maniobra murieron al menos 30 yihadistas y fueron destruidos un almacén de armas y ocho vehículos, entre ellos un coche bomba, según fuentes militares. El bombardeo pretendía frustrar el avance del EI contra las posiciones de Multitud Popular, un conjunto de milicias progubernamentales que cifran en 306 el número de combatientes terroristas muertos en el norte de Irak en los últimos 45 días.

En Siria, los combates entre las tropas leales al Gobierno de Bachar al Asad y el EI ocasionaron ayer al menos 45 muertos, 28 de ellos militantes del grupo islamista. Los combates se produjeron en la provincia de Al Raqa, en el noreste del país, en el marco de la ofensiva gubernamental para recuperar el control de la capital homónima del territorio. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la operación ha dejado 358 víctimas mortales, 202 del EI, desde el pasado 17 de julio. La oenegé también denunció la muerte de seis personas durante los bombardeos del ejército ruso. 

Freno al EI en Líbano

Los servicios de inteligencia libaneses detuvieron ayer a una «peligrosa célula terrorista» vinculada con el Estado Islámico, en una operación al norte del país, según informó la Policía. El grupo estaba compuesto por una persona con doble nacionalidad libanesa-francesa y por tres libaneses.

En su poder tenían obuses, armas pesadas, municiones y mapas detallados del territorio. Durante el interrogatorio, los detenidos admitieron que estaban en contacto con líderes del EI en Siria e Irak, cuyo objetivo era el de crear nuevas filiales tanto en Líbano como en otros países por sus recientes derrotas militares.