La UE ignora a 26.000 niños refugiados atrapados en los Balcanes y Grecia

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

STEFANO RELLANDINI | Reuters

La ruta mediterránea, las más mortífera con más de 2.000 muertes al año

21 jun 2017 . Actualizado a las 07:12 h.

No van al colegio ni tienen un techo bajo el que resguardarse. Un tercio de ellos ni siquiera cuentan con la compañía de sus padres. Están solos. Desamparados, deambulando por alguno de los puntos calientes de la ruta de los Balcanes o Grecia, a la espera de que la UE les brinde una oportunidad que nunca llega. Están atrapados y son nada menos que 26.000 niños. Algunos de ellos, los más afortunados, están en centros de detención en condiciones «terribles, según las oenegés. Los que tengan menos suerte, desaparecerán sin dejar rastro. Pasarán a formar parte de las oscuras estadísticas de menores que caen en manos de mafias y traficantes de personas sin que nadie vuelva a saber qué ha sido de ellos, expuestos a la «violencia el abuso y la explotación», denunció ayer el director general de Save The Children, Andrés Conde.

Su organización cifra en 3.000 los niños que se encuentran varados en los Balcanes y 23.000 en Grecia. Exigen a la UE vías legales de acceso, más facilidad para la reubicación familiar y una protección efectiva para los niños que demandan asilo. La mayor parte de ellos llegan psicológicamente destrozados. Tendrán secuelas: depresión, ansiedad y pánico.

No son los únicos. Los adultos también arrastran graves traumas de la guerra o de su travesía hacia Europa. Algunos siguen bloqueados en enclaves como Calais, donde ayer falleció un camionero tras embestir a un grupo de vehículos bloqueados por una barrera de troncos desplegada por migrantes en medio de la autopista. Otros lo intentan por el Mediterráneo, que se ha tragado a 2.000 personas este año. «Es una de las rutas más peligrosas del mundo (...) De confirmarse, este sería el cuarto año consecutivo que se supera esa cifra», aseguró ayer el portavoz de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), Joel Millman.

En el Día del Refugiado, la ONU exige a la UE más esfuerzos para evitar tragedias como las de los últimos cuatro días. Hasta 4.860 migrantes fueron rescatados del mar en la ruta central en lo que va de año. La crisis migratoria sigue sin dar tregua en el Mediterráneo central -que parte principalmente de Libia- aunque remite en comparación a otros años. Hasta 81.292 migrantes llegaron por mar a Europa en el 2017 frente a los 215.000 en el 2016, tras sellar la vía de Turquía en el 2015.

El secretario general de la ONU, António Guterres, aprovechó la fecha para volver a llamar Europa a aumentar la acogida de refugiados. Bruselas hizo oídos sordos y optó por anunciar medidas simbólicas, como el lanzamiento de una web para facilitar la búsqueda de empleo a los recién llegados a UE, y una ayuda de 275 millones de euros para los refugiados sirios acogidos en Turquía, Jordania y el Líbano

Uno cada 3 segundos

Acnur aplaudió ayer los esfuerzos de aquellas ciudades que abrieron sus puertas a los expatriados y alzó su voz para evitar que los líderes europeos caigan en la autocomplacencia. Cada tres segundos se produce un desplazamiento forzoso, un fenómeno que está alcanzando «niveles sin precedentes». Estiman que en el mundo hay más de 65,6 millones de personas desplazadas. De ellos, 22,5 son refugiados.