Jorge Lemus, el espada gallego del presidente Macri

Paula Sabajanes BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

ministerio salud argentina

Pilotará el Plan Nacional de Salud para «garantizar atención integral» a 15 millones de argentinos

05 ago 2016 . Actualizado a las 10:57 h.

Jorge Lemus lleva diez años gestionando el área de salud de los gobiernos de Mauricio Macri. Primero en la ciudad de Buenos Aires y, desde el 10 de diciembre, como ministro de la nación. Es médico, investigador, aficionado a la ópera, pintor de paisajes y militante de su identidad gallega. También el encargado de pilotar el Plan Nacional de Salud anunciado el martes por el presidente argentino para «garantizar atención integral» a 15 millones de personas sin seguridad social ni cobertura privada porque están en paro o en la economía sumergida y tienen el sistema público como única alternativa.

«Mi abuela era de Betanzos. Mi mamá y mi papá de Vimianzo. Yo soy ciudadano español, como mis hijos, y estoy muy ligado a mis orígenes», dice orgulloso Jorge Lemus, que viaja habitualmente a la Costa da Morte para ver a su familia. Desde chico, participa en la vida de la colectividad gallega local. El sábado, el ministro se lució recitando de memoria y en gallego a Rosalía de Castro en el Día de Galicia organizado por el Centro Galicia de Buenos Aires.

Lemus es «maestro de la Medicina», miembro de la Academia Nacional de Medicina argentina y, desde el 2010, de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia. Como pintor, ganó en el 2013 el primer premio del concurso de la Federación de Sociedades Españolas de Argentina y la Asociación Patriótica y Cultural Española de Argentina con su obra El castillo de los condes de Lemus en Monforte.

Una de sus colaboradoras en la cartera de Sanidad reveló que a Lemus le gusta decir que «es el primer médico gallego que llega a ser ministro de Argentina». En ese puesto, tiene la responsabilidad de mejorar una sanidad pública enferma. Argentina ya cuenta con un sistema público de salud que brinda atención universal y gratuita. Sin embargo, casi un 70 por ciento de la población posee un seguro privado o cobertura sanitaria a través de las obras sociales de los gremios de los trabajadores que les garantiza una atención más completa y eficiente que la que se da en los hospitales del Estado, con graves deficiencias en el servicio por carencias en infraestructura e insumos.

«No queremos dejar a nadie sin cobertura» y «que la atención sea integral», remarcó el ministro. «Las personas del sistema público van a tener una historia clínica única y se les van a dar todas las prestaciones que correspondan, incluidas las medicinas. Cuando una de estas prestaciones no se pueda ofrecer por hospital público, por convenio, lo va a hacer el sistema privado», explicó Lemus. Asimismo, informó que a partir de ahora se cobrará a los prestadores privados la atención de sus usuarios en el sistema público y destacó la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías en Salud, para asesorar al Gobierno y a la Justicia sobre «qué medicinas, qué aparatos o procedimientos médicos tienen suficiente evidencia científica y cuánto va a cubrir de esto la Cobertura Universal de Salud».

Financiación

Para financiar el plan, el Gobierno prevé devolver al sistema sanitario unos dos millones de euros retenidos por administraciones anteriores durante diez años del Fondo Solidario de Retribución -aportaciones hechas por los trabajadores a los sindicatos-, que servirán para saldar las deudas del Estado con las obras sociales y para mejorar la red de hospitales públicos.

La medida ya despertó voces críticas entre la oposición. El exjefe de Gabinete de Cristina Fernández, Aníbal Fernández, arremetió contra la iniciativa diciendo que el pago por servicios y la Agencia de Evaluación recortan derechos y anuncian «el fin de la salud gratuita y universal».l»