La ultraderecha ya tiene proyecto: «el islam no es Alemania»

juan carlos barrena BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

MARIJAN MURAT

El partido alternativo fija en su programa una vuelta al pasado

09 may 2016 . Actualizado a las 19:42 h.

Adiós al euro, menos impuestos y más natalidad, no al acuerdo de libre comercio con EE.UU, retirada de todas las tropas extranjeras de Alemania y reintroducción del servicio militar obligatorio y un rechazo absoluto del islam. La polémica Alternativa para Alemania (AfD), la formación populista, euroescéptica y radical de derechas que ha revolucionado el espectro político alemán, aprobó ayer un programa político que busca el retorno al pasado y apuesta por ser «modernamente conservadora y consecuentemente liberal», además de defender un «patriotismo sano». Un sondeo publicado por el dominical Bild am Sonntag concede a AfD en unos comicios legislativos adelantados un 13 % de votos, que la sitúan como tercera formación política del país solo por detrás, con un 33 % y un 22 %, respectivamente, de la Unión de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) de la canciller federal Angela Merkel, y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), aliados en la gran coalición que gobierna el país.

Tres años después de su fundación, la Alternativa para Alemania aprobó un programa en el que se impusieron los euroescépticos e islamófobos y en el que imperan las exigencias populistas. «Rechazamos el estado que explota a sus ciudadanos», dijo en su intervención el copresidente de la formación, Jörg Meuthen, quien reclamó «un sistema impositivo simple y justo». El documento elaborado con vistas a las elecciones generales de otoño próximo establece que «el islam no pertenece a Alemania» y exige la prohibición de minaretes, cantos de muecín y mujeres con velo, pese a que sus propuestas atentan contra los derechos constitucionales e ignorando que en este país viven unos cuatro millones de musulmanes.

«Disposición de integración»

Mientras Meuthen proclamó que AfD aspira a convertirse en «el nuevo gran partido conservador» de Alemania, la también copresidenta Frauke Petry aseguró que su formación pretende «alcanzar mayorías para imponer nuestro programa como contrapropuesta al sistema establecido».

AfD reclama la elección directa del presidente del Estado y la celebración de referendos siguiendo el ejemplo de la vecina Suiza para alcanzar objetivos como la supresión del euro o el fin de la Unión Europea como comunidad política. La formación, que proclama la familia tradicional formada por padre, madre e hijos como «núcleo de la sociedad» y exige «más niños en vez de más inmigración», pretende rebajar la edad penal de los 14 a los 12 años, reducir el número de abortos con más asesoramiento para las embarazadas y acabar con el tratado de Schengen para cerrar a cal y canto las fronteras alemanas. Solo recularon en el tema de la inmigración, en el que se declaran contrarios a la entrada incontrolada de refugiados y a favor de la llegada de «migrantes cualificados con alta disposición de integración», cuando el día anterior se proponía la prohibición total.