«Los occidentales comienzan a ver a Al Asad como un mal menor»

Mariluz Ferreiro REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Miquel Coll Molas

Cree que la lucha antiterrorista no debe llevar a la UE a renunciar a sus valores

20 nov 2015 . Actualizado a las 09:42 h.

Seguridad frente a libertad. Pol Morillas cree que ese el dilema para la UE tras los atentados de París. Morillas es investigador principal para Europa en el Barcelona Centre for International Affairs, Máster en Relaciones Internacionales por la London School of Economics y doctorando de la Universidad Autónoma de Barcelona.

-¿Cree que peligra Schengen tal y como lo conocemos?

-Schengen tiene cláusulas aplicables en caso de peligro para los ciudadanos. Los Estados están en pleno control de sus fronteras para decidir unilateralmente un cierre limitado. Estas medidas no ponen en peligro Schengen, siempre que sean reversibles. Pero sería grave si se institucionalizaran esos cambios. Es un error legislar para luchar contra el terrorismo si se destruyen los valores y los principios de la UE. El caso paradigmático es Guantánamo.

-¿El endurecimiento de la ley en Francia arrastrará a otros países?

-Los cambios siempre van en cadena. Me preocupa lo que dijo Manuel Valls sobre el posible uso terrorista de armas químicas. Mensajes así favorecen la institucionalización de la seguridad y crean pánico. Hay que ir con cuidado para no sobrerreaccionar.

-¿Cómo ve los bombardeos?

-En clave nacional francesa, es normal una respuesta contundente que traslade a la opinión pública que se reacciona. Además, pronto se celebrarán elecciones regionales en Francia y el Frente Nacional puede lograr triunfos importantes. Otra cosa es que los bombardeos sean útiles o efectivos. Los terroristas venían de París y de Bruselas. Los bombardeos pueden debilitar la estrategia a largo plazo, agudizando la crisis de los refugiados al provocar mayores huidas de Siria.

-Francia no esperó a tener un mayor consenso en la UE o a una resolución de la ONU.

-Invocó el artículo 42.7, que le permite actuar como le parezca y tejer alianzas bilaterales con otros Estados. España se ha mostrado reacia. Es una acción casi unilateral, no una operación concertada. El respaldo de la ONU habría tardado y ni siquiera estaría garantizado, porque podrían oponerse países como China.

-¿Cómo valora el apoyo de Putin a la reacción francesa en Siria?

-Hay una coincidencia de objetivos a corto plazo entre Putin y Hollande. Se han encontrado en el mismo barco y Putin intenta rehabilitarse ante Europa. Pero sus objetivos a largo plazo son distintos. Putin quiere, básicamente, que se le levanten las sanciones, y es favorable a Al Asad. Aunque antes se opusieran, los occidentales empiezan a ver a Al Asad como un mal menor porque el problema es el Daesh.

-¿Cómo está ahora mismo el equilibrio de fuerzas en la UE?

-Francia está buscando volver a su posición original dentro de la Unión. Alemania es el peso económico desde los inicios del proyecto. Francia tradicionalmente representa el poder exterior.

-¿Teme un ascenso de la ultraderecha en la UE por los ataques?

-Dar prioridad a la seguridad sobre la libertad juega a su favor. Es un reto para la UE.

-¿Cambiará la UE su postura con respecto a los refugiados sirios?

-Lamentablemente, habrá más reticencias. Nuestra gran virtud era el libre movimiento dentro de la Unión, porque genera beneficios en materia humana, económica, de comercio... Ante atentados como el de París se tiende a dar una respuesta nacional pura y dura. Polonia salió día siguiente diciendo que repensaría su polítca de cuotas de reubicación de refugiados. Paradójicamente, los Estados por sí solos no pueden dar una respuesta al problema. Es importante hacer un poco de cordón sanitario con respecto a líderes como el de Polonia.

-¿Ha fallado la UE en la integración de inmigrantes?

-Las condiciones en ciertos suburbios son malas, con peores servicios sociales, con una educación de menor calidad..., Y se convierten en guetos. Pero eso no quiere decir que sea la causa fundamental de la radicalización. Hay datos que más bien contradicen que menos recursos equivalgan a más radicalización. Víctor Lapuente explicaba recientemente en una artículo que lo que realmente genera frustración es sentirse un ciudadano de segunda.

-¿Cambiará el yihadismo la relación de la UE con países como Arabia Saudí o Catar?

-Lo dudo. El entramado de alianzas en la zona es muy difícil. Hay que poner en la balanza a Irán y el petróleo. Somos muy dependientes de esos países. Y ya sabemos lo que conlleva cambiar regímenes por la fuerza.