Pinochet hizo «oídos sordos» al caso Quemados

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

MARIO RUIZ | EFE

Ordenó su encubrimiento de la causa, incluyendo el secuestro e intimidación a testigos y presiones sobre jueces y abogados

01 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Augusto Pinochet ordenó el encubrimiento del caso Quemados, incluyendo el secuestro e intimidación a testigos y presiones sobre jueces y abogados, según revelaron documentos publicados ayer por EE.UU. El exdictador chileno recibió, cinco días después de la muerte del fotógrafo Rodrigo Rojas, un breve informe policial en el que se identificaba a la patrulla militar que quemó vivos al reportero gráfico y a Gloria Quintana, que sobrevivió tras ser arrojada a una zanja. Pinochet se negó a aceptar el informe como válido, pero el Ejército se propuso resolver el caso en 48 horas. Lo que siguieron fueron 30 años de «pacto de silencio» que parece resquebrajarse ahora amenazando la impunidad de los responsables.

«En Chile no se movía una hoja si Pinochet no lo sabía. Todos sus ministros y las Fuerzas Armadas estaban informados», afirmó ayer Quintana, quien desafió al actual jefe del Ejército a demostrar que no «ocultan información». La superviviente del atentado solicitará al juez Mario Carroza, quien reabrió la investigación la semana pasada, que incluya estos documentos en el proceso judicial que ya ha permitido detener y procesar a doce exmilitares.

El caso de Rojas, exiliado residente en Washington, llegó a manos del entonces presidente Ronald Reagan, quien solicitó un informe, ya desclasificado, que señalaba «a los militares como responsables».