La segunda caja negra del avión de Germanwings confirma la acción voluntaria del copiloto

Agencias

INTERNACIONAL

El primer análisis señala que Andreas Lubitz recurrió al piloto automático para iniciar el descenso y que lo modificó posteriormente en varias ocasiones para aumentar la velocidad del aparato

04 abr 2015 . Actualizado a las 22:57 h.

La Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) de Francia reveló hoy que un primer análisis de la segunda caja negra apunta a una acción deliberada del copiloto del avión A320 de Germanwings siniestrado en los Alpes franceses.

La primera lectura de esa segunda caja, que registra los parámetros técnicos del vuelo, señala que Andreas Lubitz recurrió al piloto automático para iniciar el descenso y que lo modificó posteriormente en varias ocasiones para aumentar la velocidad del aparato

«Una primera lectura revela que el piloto presente en la cabina utilizó el piloto automático para que el avión descendiera hacia una altitud de 100 pies (unos 30 metros) y que, varias veces a lo largo del descenso, modificó el reglaje para aumentar la velocidad del avión», indicó el BEA en su comunicado.

El organismo informó de que el examen de esta caja se inició desde su llegada al centro, y avanzó que los expertos prosiguen su análisis para establecer el «desarrollo de facto» de ese vuelo entre Barcelona y Düsseldorf, que se estrelló el 24 de marzo con 150 personas a bordo.

Hallada totalmente enterrada

Esta segunda caja negra, ennegrecida por el fuego, fue hallada ayer por una integrante del pelotón de alta montaña de la Gendarmería Nacional francesa en una zona ya explorada con anterioridad. Estaba «totalmente enterrada», lo que hasta ahora había dificultado su búsqueda.

Este segundo dispositivo, que técnicamente se denomina Flight Data Recorder (FDR), registra los parámetros técnicos durante las últimas 25 horas de trayecto, tales como la velocidad, la altitud y el modo de pilotaje.

El análisis de la segunda caja negra completará los datos obtenidos de la primera, encontrada el día mismo del siniestro, y que contiene las grabaciones registradas en la cabina del avión. De las mismas se desprende, según indicó el fiscal de Marsella, Brice Robin, que el copiloto, Andreas Lubitz, se encerró en la cabina de pilotaje cuando el comandante se ausentó para ir al baño y puso el avión en descenso hasta que se estrelló en el macizo de los «Trois Évêches». El fiscal indicó que todo apunta a que Lubitz lo hizo de forma voluntaria.