El Estado Islámico pierde el empuje en Siria y en Irak

victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Un peshmerga kurdo dispara un mortero hacia una demarcación del EI cerca de Mosul.
Un peshmerga kurdo dispara un mortero hacia una demarcación del EI cerca de Mosul. A. JADALLAH < / span>reuters< / span>

EE.UU. revela que Irán ha bombardeado a los yihadistas pese a que no forma parte de la coalición internacional

04 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Un portavoz del Pentágono aseguró ayer que Irán ha bombardeado posiciones del Estado Islámico (EI) en Irak aunque descartó que hubiera habido acuerdo de colaboración entre Teherán y la coalición internacional. La información, desmentida por los iraníes, se hizo pública pocas horas antes de que comenzara en Bruselas la primera reunión a nivel ministerial de la coalición formada por 59 países y tres organizaciones [UE, OTAN y Liga Árabe] para combatir el auge del yihadismo y de la que Irán no forma parte a causa de su relación con el régimen sirio de Bachar al Asad. Hasta ahora, Irán había combatido al EI prestando asesoramiento militar a las tropas iraquíes pero se desconocía que también hubiera emprendido acciones directas.

La conclusión de la cumbre fue alentadora. «El éxito de la campaña global llevará tiempo pero empieza a dar resultados», dice el comunicado final, que sostiene que «el avance del Estado Islámico a través de Siria y en Irak está viéndose detenido». Según Colpisa, se produjo un consenso entre los asistentes a partir de la información que obtuvo el general Allen en el frente, en el sentido de que, pese a que puede seguir cometiendo crímenes terribles, el auge que alcanzó el Califato hace dos meses y medio se ha frenado.

La coalición considera que, si se ha conseguido este resultado, ha sido gracias a los mil ataques aéreos llevados a cabo contra el grupo por doce de los 60 países de la coalición y a la lucha en el terreno del ejército iraquí, las tribus suníes y los efectivos kurdos. La combinación de estas fuerzas ha conseguido que los yihadistas se vieran obligados a abandonar la zona estratégica de Jurf al Sakhr, al sur de Bagdad; la ciudad de Beiji, al norte; la presa de Udahim y dos ciudades en la frontera con Irán además de quedar inmovilizados en la ciudad siria de Kobani, en la frontera con Turquía, en la que entraron el 6 de octubre y donde han perdido muchos efectivos. La situación ha llevado a los yihadistas a replegarse en Mosul y en la provincia de Al Anbar, al abrigo de los centros urbanos iraquíes.

Hasta ahora, la coalición no ha lanzado ataques contra ciudades por miedo a causar víctimas civiles. Por esa razón, quienes la integran destacaron que la única vía para acabar definitivamente con el EI es la lucha sobre el terreno. Uno de los que afirmaron tal cosa fue el ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo, para el cual «se necesitan botas». Margallo se apresuró a puntualizar, sin embargo, que deben ser las de los soldados iraquíes y los combatientes kurdos, y no de los países de la coalición.

El que no está de acuerdo con que el resultado de los bombardeos sea efectivo es el presidente sirio Al Asad. En una entrevista en la revista Paris Match, el jefe del Estado sirio asegura que los ataques aéreos habrían ayudado si fueran «serios y eficaces». A su juicio, «no ha habido ningún cambio real después de dos meses de bombardeos».

Los representantes de la coalición no comparten esa opinión, pero sí tienen claro que la lucha va a extenderse aún durante mucho tiempo. Kerry aseguró que «todavía queda mucho trabajo duro por hacer» y que la guerra «probablemente se alargará durante años». No obstante, dijo, su país se compromete a continuar el esfuerzo «tanto tiempo como sea necesario».