Los medios miran con recelo la poca experiencia diplomática y la carencia de un título universitario del titular de Exteriores austríaco, Sebastian Kurz
15 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.¿Está a la altura? Esa es la pregunta que se hacen los medios austríacos ante el nombramiento el viernes de Sebastian Kurz, de tan solo 27 años, como ministro de Exteriores en el Gobierno de coalición socialdemócrata y popular. La prensa mira con recelo la poca experiencia diplomática y la carencia de un título universitario del que era jefe de la juventudes del Partido Popular austríaco (ÖVP) y secretario de Estado de Integración.
El ministro más joven en la historia de Austria inició su carrera en la política con 23 años, aunque fracaso en su intento de ser diputado. En el 2009 asumió la dirección de las juventudes del ÖVP, y un año después logró un escaño en el legislativo regional de Viena. En las elecciones de septiembre obtuvo 35.700 votos a nivel nacional, el mejor resultado de todos los candidatos.
Los austríacos ya lo conocía por su cargo de secretario de Estado Estado de Integración, que ocupó en el 2011, desde donde defendiendo «la integración a través del esfuerzo», como que los hijos de inmigrantes debían hablar alemán antes de entrar al colegio. Fue entonces cuando decidió dejar sus estudios de Derecho.