Escolares franceses se movilizan contra la expulsión de dos compañeros inmigrantes

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Los estudiantes lanzaron proclamas contra Valls.
Los estudiantes lanzaron proclamas contra Valls. B. TESSIER < / span>Reuters< / span>

18 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Miles de estudiantes de secundaria bloquearon ayer una veintena de liceos de París en protesta por la deportación de dos inmigrantes que llevaban años viviendo y yendo a la escuela en Francia. Se unieron así al debate sobre la cuestionada política de inmigración liderada por el ministro del Interior, Manuel Valls, hijo de españoles.

La detención durante un excursión escolar de la gitana de Kosovo Leonarda Dibrani ha sumido a la izquierda en una de sus peores crisis desde su llegada al poder en el 2012. François Hollande, el jefe de Estado francés más impopular desde 1996, todavía no ha dicho nada. El jefe del Gobierno, Jean-Marc Ayrault, intentó el miércoles calmar ánimos al anunciar que Dibrani podría regresar a Francia si la investigación establece que hubo fallos de procedimiento.

Además de Leonarda, de 15 años e inscrita desde hace cuatro en una escuela del este del país, los estudiantes exigían el regreso de Khatchik Kachatryan, un armenio de 19 años que asistía a clases en una escuela técnica del norte de París y fue deportado el sábado, tres días después que Leonarda. En septiembre fue arrestado, acusado de robo, y luego deportado, según el diario Le Figaro. A pesar de las protestas de sus compañeros de clase, fue deportado a Armenia. Él y su familia llevaban desde el 2011 en Francia.

Los estudiantes parisinos se declararon en huelga y montaron barricadas a la entrada de varios liceos. Unos 7.000 escolares, según la organización convocante -2.500 según la policía-, marcharon después hasta la sede del Ministerio del Interior entonando proclamas contra el ministro y de apoyo a los expulsados como «Si Leonarda no va a clase, nosotros tampoco» y «Khatchik a Francia, Valls a Armenia». Ashraf, marroquí de 18 años, declaraba a Libération el temor que tiene a los registros policiales a pesar de portar su carné de estudiante. «Me da miedo lo que pasa. Esto no es normal. Llevo cinco años estudiando en Francia. Espero que las cosas cambien», afirmaba.