El presidente saliente y nuevo presidente de honor calificó su adiós como «gran y mal día» a la vez: «A ver cómo me sobrepongo a decir adiós a lo que siempre quise»
13 dic 2023 . Actualizado a las 21:32 h.El presidente saliente del Celta, Carlos Mouriño, atendió a los medios tras la junta de accionistas convertida en homenaje a su figura y a sus 17 años al frente. Dijo que era un gran día y un mal día al mismo tiempo, sensaciones encontradas en el fin a una etapa prolongada en el tiempo y que ha dado para mucho. «Es un día emocionante. A ver cómo me voy sobreponiendo a haber dicho adiós a lo que siempre quise», comentó .
Mostró su absoluta convicción de que la entidad celeste queda «en buenas manos». «No es que lo piense, es que estoy segurísimo de ello. Creo que se va a hacer un buen trabajo», dijo asumiendo que van a cambiar muchas cosas con este relevo. «Es una generación diferente, no van a hacer lo que yo quiero que hagan, pero eso es lo que se pretende. Es un cambio, una forma distinta de hacer las cosas, un impulso nuevo», ahondó. Comenta que se incorpora «gente joven» y considera que va a ser «beneficioso para el Celta».
Preguntado el presidente saliente por las espinas que le quedan después de haber presidido el club durante tanto tiempo, no oculta que ha habido «momentos malos». «A veces, creías que hacías las cosas bien y no acertabas. Es una espinita que voy a llevar», indico al tiempo que deslizaba que nos iempre ha podido conectar con el celtismo y dejaba claro que no es de mirar demasiado atrás. «Me gusta mirar al futuro, hacia adelante, trabajar y buscar cosas nuevas. No voy a pensar en esos disgustos y sinsabores», añadió dejando claro que los hubo.
Se va a quedar con las alegrías que se lleva y, aunque no hayan faltado las críticas, él se va contento del trabajo desempeñado. «En lo personal, estoy orgulloso de lo que ha hecho todo el consejo durante estos 17 años». Del mismo modo, es «una satisfacción» que Marián Mouriño le haya propuesto como presidente de honor, algo que aseguró que no conocía de antemano.
Tampoco niega que está preocupado por la situación deportiva. «No podemos estar muy contentos, pero creo que este año, salvo cuatro o cinco partidos, en el resto el equipo compitió», lo que le hace «tener confianza» como en años anteriores cuando se vivieron situaciones similares. Ya no le corresponde opinar sobre el futuro de Rafa Benítez, pero sí deslizó que no cree que se trata de un problema de entrenador.
También comentó que no cree que la apuesta por Luís Campos haya sido un error. «Pueden salir las cosas bien o mal, pero yo creo estuvimos muy claros cuando lo decidimos: si queremos dar un salto de calidad tenemos que hacer algo distinto, porque por presupuesto no podemos», manifestó a los periodistas tras asistir a la junta general de accionistas.
El histórico dirigente celeste recordó que este verano se ha realizado una fuerte inversión para reforzar la plantilla que elevará a «80 millones de euros» el gasto, pero ni eso es, a su juicio, suficiente para «salir» de esa pelea por eludir la zona baja. «Para hacer cosas distintas, tienes que arriesgar. Yo no estoy descontento -con Campos-. Arriesgamos y los resultados los veremos al final», subrayó Mouriño.
Mouriño Atanes, que recibió tanto críticas como felicitaciones en las intervenciones de los accionistas, dijo haberse tomado siempre los comentarios negativos como un aliciente para mejorar y seguir esforándose. «Recordaré con una sonrisa el 'Mouriño, vete ya'. La crítica nos tiene que hacer mejores, ayudarnos a superarnos, a trabajar cada día como si fuera el primero», manifestó.