Enero para el Celta: mucho más que el mediocentro

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Conseguir un pivote de envergadura es lo más perentorio, pero Campos, cuyo futuro parece lejos, debe abordar cesiones y el futuro de Marchesín, Iván y Tapia

30 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La dirección deportiva externa del Celta y la cúpula del club tienen un buen puñado de deberes para el mercado de enero, que podría ser el último de Luís Campos en la entidad después de tres ventanas muy lejos de los objetivos esperados. El fichaje de un mediocentro de envergadura, un central que complete una posición en precario, las salidas de los cedidos, el futuro de Agustín Marchesín y la posibilidad de que Iván Villar y Renato Tapia elijan destino el 1 de enero como agentes libres se agolpan sobre la mesa del Celta, que está obligado a equilibrar el plantel después del fiasco estival. Todo apunta a que Rafa Benítez está tomando parte activa.

¿Quiénes serán agentes libres el 1 de enero?

Iván Villar y Renato Tapia serán libres para negociar su futuro dentro de 32 días. Tanto el portero como el peruano finalizan contrato el próximo 30 de junio y si el Celta quiere seguir contando con sus servicios, tendrá que mover ficha lo antes posible. En el caso del portero de Aldán, todo indica que el deseo del club es seguir contando con él más allá de la extinción del contrato, mientras el mediocentro podrá negociar su futuro como agente libre, algo que ya hizo en su día cuando llegó al Celta procedente del Feyenoord.

El mismo día también finaliza la vinculación de Unai Núñez con el Celta, pero en este caso, se trata de un contrato de cesión por dos años por el que el conjunto vigués está obligado a ejecutar la cláusula de compra salvo que el Athletic decidiese recuperarlo, algo que solo puede hacer en esa fecha. El vasco es el único jugador a préstamo en el plantel actual.

¿Qué jugadores pueden salir cedidos?

Dos jóvenes parecen estar en la rampa de salida, en especial, Miguel Rodríguez. El redondelano solo jugó 65 minutos repartidos en siete partidos y lleva más de un mes sin saltar al terreno de juego y su destino podría estar hasta junio en una liga extranjera. Swedberg, dejó claro el pasado verano que a su edad, 19 años, necesita jugar y sin minutos en Vigo, debe cambiar de aires en la ventana de enero. Hasta la fecha, el sueco lleva 48 minutos en seis partidos, el último, el del sábado en Mestalla, en el que salió cinco minutos. Carlos Domínguez tampoco tiene protagonismo, pero la falta de fondo de armario en el puesto de central descarta que pueda ser una de las operaciones a realizar.

¿Podría haber alguna desvinculación?

La única opción, y nada clara, de salida sería la de Agustín Marchesín, el ahora tercer portero, que tuvo una grave lesión en el mes de febrero y ya parece en disposición de jugar. El argentino se dejó querer por el fútbol mexicano el pasado verano, pero ninguna operación llegó a fructificar. En la actualidad, es el único jugador de la primera plantilla que resta por debutar. Su salida permitiría al conjunto vigués un ahorro importante en concepto de ficha, pero hay que tener en cuenta que al exOporto todavía le queda un año más de contrato en Vigo (hasta junio del 25).

¿Cuántos jugadores quiere fichar el Celta?

Un mediocentro con mucha envergadura es el objetivo prioritario y, en caso de existir alguna posibilidad, a mayores, un central para aumentar el número de efectivos en esa demarcación del campo. La inmensa mayoría de los recursos económicos van a ser destinados al centrocampista que viene reclamando Benítez desde el momento que se cerró el mercado invernal. El gran problema es que aparezca un jugador de garantías a estas alturas para esa demarcación. Tiene que ser un futbolista muy específico en el que debe primar el aspecto físico.

¿Será el último mercado de Luís Campos como jefe del área deportiva?

Todo indica que sí. Su contrato finaliza el 30 de junio y sus tres ventanas realizadas hasta el momento ni mucho menos pueden considerarse exitosas. La lejanía con respecto al centro de decisión, los fichajes realizados y la configuración de las dos plantillas, especialmente la última, dejan en mal lugar al luso, que debe intentar salvar los muebles con los movimientos de enero, aunque para esa ventana también está trabajando activamente Rafa Benítez, que en un futuro podría acabar siendo el mánager general del que tanto habló durante años el ya expresidente Carlos Mouriño.