Balaídos reanima su césped

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Se ha recurrido a un nuevo picado y más semillas para mejorar el terreno de juego

28 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que arrancó la temporada, Balaídos ha acogido una docena de encuentros entre Liga, Copa y Europa League. Y en un buen puñado de esos partidos se ha visto cómo el terreno de juego no estaba en las mejores condiciones a pesar de que no se ha cumplido ni un año desde que se renovó completamente el tapete verde. En la contienda frente al Standard de Lieja, y frente al Granada tres días más tarde, fue cuando peor imagen presentó y desde entonces se han llevado a cabo actuaciones para que el césped se recupere. Un nuevo picado, más semilla y lámparas están reanimando la hierba, que frente al UCAM ya presentó buena salud.

El once de febrero de este año el estadio de Balaídos estrenaba su nuevo y lustroso césped. El Celta, tras ver cómo la hierba del estadio le había jugado malas pasadas al equipo durante semanas, acordó con el Concello asumir el cambio del tapete y desembolsó 400.000 euros para dar una nueva vida a la alfombra verde. Aunque el primer partido el campo no filtró como debía, su mejoría fue notable en las siguientes semanas y el Celta pudo al fin jugar sobre un campo en condiciones.

Sin embargo, en este primer tramo de la temporada el terreno de juego mostró una imagen deteriorada. Y eso, a pesar de que los entrenamientos que los hombres de Eduardo Berizzo han trasladado a Balaídos esta campaña son contados.

Fue la última semana de noviembre, con Granada y Standard visitando Balaídos, y con la lluvia haciendo acto de presencia a lo grande tras semanas de ausencia, cuando el campo presentó su peor imagen, haciendo que Royal Verd, la empresa encargada de su colocación y mantenimiento, tomase medidas.

Ese partido fue el que marcó las diferencias porque en unas pocas horas cayó sobre Vigo la lluvia que se había negado desde hacía tiempo. El picado que se había llevado a cabo en el campo para que se filtrase el agua resultó insuficiente -por profundidad- y el césped sufrió especialmente. Se decidió entonces realizar un nuevo picado con agujeros más hondos, y al tiempo que se picaba otra vez, se introducía más semilla. Alrededor de 500 kilos, según fuentes del club. Para conseguir que esa hierba crezca de nuevo fuerte se utilizaron además lámparas de crecimiento y poco a poco el terreno de juego ha ido remontando.

En el encuentro frente al UCAM el campo estaba ya en buen estado para la disputa del partido y de cara a los próximos encuentros se espera que todavía vaya a mejor. Estos días el clima está colaborando y para el siguiente compromiso en Vigo, frente al Málaga el ocho de enero, debe estar perfecto.