Vecinos de A Pobra de Trives piden más vigilancia en los soutos tras una oleada de robos de castaña

María Cobas Vázquez
m. cobas O BARCO / LA VOZ

GALICIA

OSCAR CELA

La situación se ha vuelto más violenta este año, con grupos muy numerosos que incluso intimidan a los vecinos cuando les recriminan lo que hacen

08 nov 2016 . Actualizado a las 19:53 h.

Vecinos del concello ourensano de A Pobra de Trives iniciaron una campaña de recogida de firmas para reclamar mayor vigilancia policial en los soutos de Penafolenche y Sás de Xunqueira, hartos de la oleada de robos de castañas de la que son víctimas. Denuncian que desde hace años es habitual que durante la cosecha del fruto aparezca gente foránea a robar castañas, pero la situación se ha vuelto más violenta este año, con grupos muy numerosos que incluso intimidan a los vecinos cuando les recriminan lo que hacen.

Así, la semana pasada un grupo de personas agredió a un vecino que intentaba coger la matrícula del coche que habían utilizado para acercarse al castañal. Y ayer, ante la presencia de una cuadrilla de más de 20 personas, los vecinos dieron la voz de alarma a la Guardia Civil. El sábado, la Policía Autonómica identificó a otras dos personas que estaban cogiendo castañas en la zona. Los agentes consiguieron llegar hasta ellos sin levantar sospechas entre los ladrones porque acudieron junto a los participantes en una ruta a la zona de Os Sequeiros (los antiguos secaderos de castañas, ahora convertidos en punto de interés turístico).

La situación también fue puesta en conocimiento del Concello, cuyo alcalde, Francisco José Fernández, envió ayer mismo un escrito a la Subdelegación del Gobierno pidiendo mayor vigilancia policial «en número de efectivos necesarios e diariamente» en los sotos durante estas semanas «para poder disuadir esta xente de seguir facendo estas falcatruadas», recoge el escrito. «A petición chega ante o incremento dos roubos nos soutos; e pola gravidade dos feitos, non só os roubos, senón a actitude agresiva desta xente, que chegaron incluso a agredir a un veciño», señalaba Fernández. Explicaba que la situación ha llegado a tal punto que los vecinos sienten «temor» ante las cuadrillas. Además, apuntaba hacia la pérdida que supone para muchas economías familiares de la zona. «Un grupo de 20 persoas recollendo durante toda unha xornada é unha desfeita, porque deixan a zona esquilmada», argumentaba. El daño es importante teniendo en cuenta que esta temporada la castaña está vendiéndose bien, moviéndose -en la provincia de Ourense- en precios que oscilan entre 1,20 y 1,70 euros el kilo.

El regidor defendía también la necesidad de que igual que hay una trazabilidad en la uva se haga lo propio con la castaña. «Está claro que a rouban para vendela», señalaba. Y pedía: «Que onde se leva a vender tamén teñan controis para saber que non sexa roubada».