Los maquinistas presionan a Renfe y la fuerzan a cubrir trayectos en autobús

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

BENITO ORDÓÑEZ

La estrategia de no colaborar con la empresa impide cubrir bajas en una plantilla escasa

02 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El martes los viajeros del Alvia con destino Madrid tuvieron que coger un bus en Ourense que les llevó hasta Zamora, para después continuar su viaje en tren, con las consabidas molestias y retrasos para los viajeros. El miércoles sucedió lo mismo en sentido inverso, pero esta vez se optó por varios cambios de tren y uno más en autobús para algunos destinos, lo que supuso al menos cuatro horas y media de retraso. En ambos casos la razón fue la falta de maquinistas, al negarse los militantes del sindicato Semaf a cubrir bajas o imprevistos en los puntos de relevo cuando están de libranza o en reserva. Es lo que denominan en la jerga sindical «estrategia de no colaboración con la empresa». Es decir, renuncian a prestar ayuda a la operadora en situaciones imprevistas cuando están de día libre. «En realidad dejamos de hacer algo que hacíamos de buena fe, pero a lo que no estamos obligados», explica el secretario general del Semaf, Jesús García Fraile.

Esta estrategia sindical es un aperitivo de la huelga de maquinistas prevista para los días 10, 12, 14 y 16 de junio, al sentirse «traicionados» el colectivo de conductores de Renfe por los incumplimientos de los acuerdos firmados para el plan de empleo y la renovación de la plantilla, extraordinariamente envejecida y que sufrió un goteo constante de jubilaciones o salidas por el ERE.

En abril hubo conversaciones entre empresa y sindicatos, de las que salió un principio de acuerdo con UGT y CC. OO. sobre el nuevo convenio colectivo, que el Semaf se negó a firmar por «falta de garantías» sobre su desarrollo. García Fraile explica que, entre otros asuntos, se exige ahora una prueba más que no estaba prevista en los acuerdos a los maquinistas que trabajaban como eventuales y que optan a una plaza. «Nos sentimos engañados», lamenta el secretario general del Semaf.

Plantilla «muy justa»

La estrategia de no colaborar con la operadora pública cuenta en Galicia con el agravante de que, desde hace tiempo, existe un problema añadido por el escaso número de maquinistas. Tanto Renfe como el sindicato reconocen que la plantilla en Galicia está «muy justa» y cualquier problema de personal, en una situación de conflicto laboral, genera estas situaciones molestas para los usuarios que el Semaf comprende. En la actualidad hay en Galicia unos 150 maquinistas que difícilmente pueden hacer frente al aumento de frecuencias de larga distancia, los servicios especiales en períodos vacacionales y el nuevo convenio con Sogama para transportar los residuos urbanos a la planta de Cerceda. Desde el Semaf, además, se denuncia un plan para desmantelar los servicios de mercancías, «que son los más rentables», recuerda García Fraile. El envejecimiento de la plantilla es otra dificultad relevante. Unos 4.200 maquinistas de los 5.500 que hay en toda España tienen entre 50 y 63 años.

¿Va a continuar esta situación en los próximos días? Hoy los representantes del Semaf tienen una reunión en el Ministerio de Fomento, a la que se prevé que asista Ana Pastor. La ministra en funciones se ha comprometido a escuchar las reivindicaciones de los maquinistas, aunque también les recuerda que el ferroviario es un servicio público «de primera necesidad».

«Deberían informarnos si hay huelga»

María José iba a coger ayer un Alvia en Chamartín a las 9.15 horas para llegar a A Coruña a las 15.48. Pero lo hizo cuatro horas y media más tarde debido al conflicto de los maquinistas con Renfe. «Nos tratan como a borregos, deberían informarnos si hay huelga para que organicemos nuestro viaje de otra manera», comenta, muy enfadada. En Madrid ya sufrieron una hora y media de retraso y, en vez de montarse en un Alvia, lo hicieron en un Avant (tren de media distancia). En Segovia, otra hora de retraso hasta que pudieron retomar un Alvia hasta Zamora, donde sufrieron 60 minutos más de retraso también por el relevo del maquinista. En Ourense volvieron a subirse a un Avant para realizar el trayecto hasta A Coruña, con otra hora de retraso a las espaldas. «En Santiago, los viajeros con destino Ferrol los montaron en un autobús», comenta, mientras critica la falta de información sobre las causas de un viaje tan accidentado.