Besteiro descarta ser candidato a la Xunta y se presenta como víctima de una cacería política

Serafín Lorenzo LA VOZ / SANTIAGO

GALICIA

Xoán A. Soler

Alega que no quiere ser utilizado «como excusa para impedir el cambio en España y en Galicia»

13 mar 2016 . Actualizado a las 10:12 h.

«Dieciocho años después de iniciar mi carrera política, creo que ya entiendo de qué va esto». Con este mensaje lapidario, José Ramón Gómez Besteiro sepultó este sábado sus opciones de ser el candidato socialista a la Xunta, acorralado por la nueva imputación de la jueza Pilar de Lara, que lo investigará como presunto autor de seis nuevos delitos. Besteiro, que previamente había comunicado su decisión a la ejecutiva de su partido a la que había reunido de forma extraordinaria, presentó esa renuncia a encabezar la papeleta del PSdeG como un acto «libre, voluntario e responsable», tras llamar la atención, una vez más, sobre la coincidencia de tiempos judiciales y políticos. Reprobó, además, que se le imputan «acciones del PP».

Después de objetar que todos los comentarios que puede hacer sobre los hechos por los que se le investiga son a tenor de lo que publican los medios, ya que solo ha recibido una citación y no el auto judicial, defendió su gestión y la de su equipo en la Diputación de Lugo, mientras ocupó la presidencia (2007-2015). Admitió Besteiro que hubo viajes a Eurodisney y a la India, y cruceros por el Rhin, pero matizó que tuvieron lugar antes de su llegada al Pazo de San Marcos, es decir, en la etapa Francisco Cacharro, y que él las suprimió. Asumió también que el fondo social de funcionarios y trabajadores sobre el que se levantan sospechas no es diferente del que existe «en muchas administraciones e instituciones del Estado», y apostilló que eran, en todo caso, actuaciones «destinadas a trabajadores y funcionarios». «Y fueron aprobadas antes por el Partido Popular y mantenidas después por el Partido Popular», recalcó. Besteiro recriminó al respecto que se le están «imputando acciones del Partido Popular y se están considerando delitos, parece ser, prestaciones regladas destinadas a trabajadores y funcionarios, en ningún caso a políticos», enfatizó.

En ese momento de su comparecencia aireó su denuncia de la persecución política, con referencias a los tiempos en las imputaciones. «Ahora entiendo por qué, cuando faltan pocas horas para declarar en julio, el juzgado de Instrucción número 1 de Lugo [el de la jueza Pilar de Lara] pospone sine die mi declaración, reconociendo que se me imputó sin tener mis datos bancarios ni patrimoniales. Primero se me imputa y luego se buscan las pruebas», reprochó el secretario general del PSdeG, que seguirá en ese cargo hasta un congreso que no se celebrará antes de las autonómicas. La misma queja la extendió al rechazo de la jueza a modificar la citación a declarar, «después de meses de espera», pese a la coincidencia con el día en el que sus abogados tenían un juicio en Málaga. Y por último ligó esta última imputación al momento político en España y en Galicia: «Ahora entiendo por qué en pleno proceso de formación del Gobierno de España, en pleno debate sobre el calendario electoral de Galicia y España, se me vuelve a imputar de forma exprés en una causa que llevaba tres años de instrucción». Solo después de esa denuncia, Besteiro confirmó la ruptura de una cuerda que, tras la última imputación, ya no podía tensarse más. «No voy a presentar mi candidatura a la Xunta en estas circunstancias», comunicó.

«Decisión personal y libre»

Pese a la evidente presión en su contra del acuerdo de Gobierno de Pedro Sánchez con Ciudadanos, Besteiro insistió ante los periodistas en desvincular de esa tesitura una decisión que porfió en presentar como personal y libre. Renuncia a ser candidato en las autonómicas, perseveró, «por responsabilidad, y porque no quiero que se utilice como excusa para impedir el cambio en España y en Galicia». Pero Besteiro también dejó un recado a las voces que en el PP, y en su propio partido, llevan meses pidiendo su cabeza. Tras añadir la «coherencia» a los motivos de su renuncia, abrió un interrogante: «¿A cuántos políticos han visto renunciar a cuatro cargos públicos en 9 meses? Están delante de uno», sentenció, para vaticinar que «el cambio en Galicia es imparable». «El próximo presidente de la Xunta será socialista».

Besteiro aseguró que, además de la candidatura a la Xunta, también la secretaría xeral del PSdeG se dirimirá en primarias, y evitó pronunciarse sobre aspectos de su imputación que competen a áreas de la Diputación de Lugo que, en su etapa en el organismo, llevaba el BNG. «Esa é unha boa pregunta», se limitó a responder.

C?s se atribuye el mérito y el PP dice que el PSOE es el partido con más casos de corrupción

La renuncia de Besteiro provocó reaccciones por toda España, aunque los primeros en hacerlo fueron sus compañeros de partido en Lugo. El presidente de la junta gestora del PSdeG-PSOE de Lugo, Luis Ángel Lago Lage, consideró que la postura de Besteiro era «politicamente demasiado responsable. La gestora y casi todos los miembros del PSOE en la Diputación comparecieron juntos en rueda de prensa para exponer un cerrado apoyo al secretario xeral de su partido, defender su inocencia y lanzar repetidos mensajes de que se están utilizando los tiempos judiciales para cambiar los tiempos políticos.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera fue uno de los que se manifestó sobre la noticia: «Los pactos anticorrupción impulsados por C?s este año han conseguido que los imputados por corrupción no puedan estar en las instituciones» escribió en su perfil de Twitter. El secretario general en el Congreso de C?s, Miguel Gutiérrez, mostró su satisfacción por la renuncia de Besteiro aunque consideró que sería «coherente» que dejase también su cargo de secretario general.

En el PP, el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo, señaló: «El problema de la corrupción no es un problema de partidos sino de personas. Nadie está ajeno a que surja un garbanzo negro» y recordó que el PSOE tiene «300 cargos públicos procesados por robar».

Íñigo Errejón, de Podemos, consideró en Pontevedra que la renuncia de José Ramón Gómez Besteiro es «una victoria colectiva de la sociedad», resultado según dijo de un «profundo cambio cultural que ha arrastrado a algunos a que no puedan hacer en abierto las cosas que hacían antes».

Alberto Garzón, de IU-UP consideró «razonable» la renuncia de Besteiro: «Cualquier político imputado por corrupción, especialmente cuando son muchos los delitos, y por tanto muchas las sospechas, debe echarse a un lado por salud democrática».