Dos cenas navideñas de empresa terminan en una pelea con 40 implicados en Carballo

Iban a celebrar sus respectivas cenas navideñas de empresa y acabaron como el rosario de la Aurora: a puñetazo limpio. Ocurría sobre las dos menos cuarto de la madrugada de ayer en la Parrillada A Lareira, en Carballo. En concreto, en la carretera que enlaza el casco urbano con Razo. Según explicaron testigos presenciales, el salón de este establecimiento hostelero estaba abarrotado de clientes. Entre ellos, empleados de dos empresas, una con sede en Arteixo y otra en Carballo. Estaban en mesas muy cerca una de las otras. Según estas mismas fuentes, empezaron los piques bien temprano, con los entrantes. Todo muy dialéctico. Pero el tono de las bromas cruzadas fue en aumento según pasaban los platos y las botellas de vino se iban vaciando. Al llegar a las rondas de chupitos y de copas la situación comenzó a ponerse insostenible. Algunos de los comensales estaban completamente ebrios. Hasta que a uno no se le ocurrió mejor forma que acabar con aquel intercambio de palabras y de bromas pesadas que levantándose y lanzándole un puñetazo a un comensal de la mesa de enfrente, saltando todo por los aires y montándose una pelea multitudinaria. Puñetazos, sillas rotas, mesas volcadas, botellas y vasos rotos, cubertería por los suelos, biombos destrozados, un radiador lleno de sangre, mechones de pelo por el suelo...

El resto de clientes que trataban de disfrutar de una cena entre amigos y en familia salieron despavoridos al ver este escenario, con unos 40 implicados en esta reyerta. Algunos usuarios optaron por salir del local y solicitar a los dueños y los camareros posponer el pago de las cenas para hoy, incapaces de atajar aquella marabunta. Hasta el restaurante acudieron, de forma inmediata, dos patrullas de la Guardia Civil y otras tantas de la Policía Local de Carballo.

Los agentes procedieron a identificar a varios sospechosos. Algunos de los que negaron su participación en la pelea sufrían cortes en los labios o en las manos. Todos aseguraron que la trifulca se fue cocinando poco a poco con piques, bromas pesadas y mensajes subliminales hacia la mesa de enfrente. El alcohol hizo el resto. Finalmente fueron identificados cinco personas y los agentes tratan de localizar a uno de los presuntos implicados en la pelea porque, según algún testigo, presentaba cortes importantes en la cara.

El dueño del local, que prefiere mantenerse en el anonimato, restó importancia a la trifulca. «Foi o alcohol, houbo unha pelexa pero nada grave, e tampouco houbo moitos danos, nada que o seguro non poida arranxar». Una versión muy diferente a la ofrecida por algunos testigos, que hablaban ayer de una «batalla campal dentro do restaurante».

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