Santiago aumenta el IBI, A Coruña el suelo portuario, y Ferrol, la carga a las empresas. Vigo aumenta un 1,1 % todo, Lugo y Pontevedra las congelan, mientras Ourense aún no ha decidido
08 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.A siete semanas para cerrar año únicamente los vigueses y ferrolanos saben cómo será la carga fiscal a la que tendrán que hacer frente los residentes de la Galicia urbana en el 2016. Pero las propuestas del resto de los alcaldes permite avanzar que el primer año del nuevo mandato municipal será el escenario de subidas selectivas de impuestos y tasas, leves bajadas para los grupos de menores ingresos acompañadas de una mayor diversidad en las bonificaciones. El resumen territorial señala a Vigo como la única urbe donde habrá una subida generalizada; a Pontevedra y Lugo como las ciudades donde se mantendrá inamovible la carga fiscal local, a A Coruña y Ferrol donde se pone el foco de la recaudación en las empresas y a Santiago donde se pretende que la vivienda ayude a equilibrar las cuentas municipales.
Vigo
Subida del 1,1%. A falta de que el resto de ayuntamientos aprueben su tabla impositiva para el año que viene, el Concello vigués semeja ser el único que va a optar por una subida generalizada para el 2016, que de media se sitúa en el 1,1 % como aprobó la corporación municipal. Abel Caballero considera que el incremento es en realidad solo una actualización de las ordenanzas fiscales viguesas, que reitera «son las de menor presión fiscal de España», tras dos años de congelación y uno de bajada. El socialista apela ahora a esa «adecuación del IPC» que vende como «una congelación nominal» de los impuestos y hasta una minoración de la carga impositiva. La oposición lo niega y recuerda que mientras el IPC actual es negativo, el Concello ha optado por subir impuestos y tasas, salvo para el abastecimiento de agua y el gravamen a las motocicletas.
A Coruña
Recargo en el puerto. El gobierno local alcanzó ya con el grupo municipal del PSOE un pacto para sacar adelante las ordenanzas fiscales con cambios en las más relevantes a partir de enero del año próximo. Marea Atlántica y socialistas están de acuerdo en que las familias numerosas puedan llegar a descontar un 90 % del IBI (ahora la bonificación es de un 60) si no superan los 532 euros al mes. A cambio prevén cargar con un 50 % a los pisos desocupados en manos de los bancos. También planean una subida del 116 % de lo que pagan a las empresas instaladas en el puerto de A Coruña y a la Autoridad Portuaria pasando a un 1,3 %, recogiendo una bonificación del 50 % solo para las pesqueras, que se quedarían más o menos como están. Los inmuebles de la ciudad objeto de urbanización se quedan con la mitad de bonificación en el IBI.
Como en Santiago y Ferrol, la idea es bajar el impuesto de los coches y motos de menor cilindrada y subirlo notablemente a los de gama alta. En el precio del abastecimiento de agua se prevé una bajada de 0,16 euros por metro cúbico a 0,13 en la cuota variable.
Santiago
Intención de subir el IBI. Compostela Aberta plantea subidas en el IBI y los impuestos de vehículos y plusvalías, aunque también modificará la ordenanza de construcciones para introducir nuevas bonificaciones. Las demás se congelarán de momento. Sin embargo, el gobierno de Martiño Noriega, con 10 concejales en una corporación de 25, no tiene garantías de que su propuesta salga adelante. Frente a lo que CA defiende como subidas puntuales vendidas como «progresividade», la oposición ve incrementos «xeralizados» o «indiscriminados» no respaldables. Para el IBI, y salvo el rural, Noriega quiere subir el tipo municipal del 0,54 al 0,57 (incorporando así el recargo que fijó el Estado y que desde el 2016 ya no será obligatorio), además de elevar al máximo legal, el 1,3, el tipo para las autopistas y hasta el 0,9 el de determinados inmuebles no residenciales que están entre el 10 % de los de mayor valor catastral. En vehículos aplicará el IPC de los dos últimos años, una «actualización», dicen, con progresividad en su distribución en función de la potencia fiscal.
Ferrol
Modificaciones en el IBI e IAE. Ferrol es la única urbe con nuevo alcalde que ya ha aprobado su tabla impositiva. Prácticamente quedará igual que este año, pero a cambio de introducir modificaciones en el IBI e IAE que tendrán a las empresas como principales afectadas. El coeficiente general aplicable al IBI se reducirá del 0,66 a 0,63 % para beneficiar a 53.000 propiedades, que pagarán de media entre 20 y 30 euros menos. A cambio se gravará hasta el 0,80 % a las 139 propiedades de uso industrial y comercial que superan los 300.000 euros de valor catastral y los de hostelería y ocio de más de 1,4 millones de euros.
También se subirá el índice aplicable del IAE 0,9 puntos en algunas zonas, y el incremento afectará a más de medio millar de empresas.
El acuerdo de gobierno incluía ayudas a quienes creen empleo y penalización de locales vacíos, pero mientras para el primer caso se han habilitado bonificaciones de hasta un 50 % del IBI para las empresas que generen contratos indefinidos, el segundo se ha aparcado por falta de respaldo legal. El gobierno local no ha conseguido tampoco la derogación de la tasa del saneamiento prometida, pero sí su congelación.
Ourense
Por ahora, solo promesas. El gobierno de Jesús Vázquez (PP), aún no ha abordado la tramitación de las ordenanzas fiscales para el próximo año, ni adelantado sus intenciones al respecto. En la campaña de las municipales, los populares prometieron reducir impuestos y tasas «con bonificacións en función da capacidade económica, aplicando unha política fiscal máis flexible e adaptada ás rendas dos cidadáns», según figuraba en su programa, en el que también anunciaban rebajas en los tributos relacionados con la rehabilitación de viviendas y para las empresas que contraten desempleados. Todo está por ver en función de lo que logre la oposición arrancar al gobierno para aprobar sus primeras ordenanzas.
Fernández Lores y Lara Méndez optan por la congelación
La previsión del gobierno local que encabeza en Lugo la socialista Lara Méndez es dejar la tabla de ordenanzas municipales tal y como la dejó su antecesor Xosé Clemente López Orozco en el último año de mandato. La soledad del PSOE en el gobierno local imposibilita cualquier cambio en la carga impositiva sin desgaste político, que podría tener condiciones por parte de la oposición de bajadas o subidas imposibles de cuadrar en unos presupuestos que tampoco cuentan con garantías de no acabar prorrogados. De entrada la ciudad ya tiene el IBI urbano más alto de las siete ciudades de Galicia.
El gobierno del nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, a falta de un edil para la mayoría absoluta, ya ha adelantado que para el 2016 quiere congelar todas las tasas e impuestos municipales. Dejar como está el IBI es lo que más polémica genera al insistir el PP en que lo baje un 10 %. El BNG optó por aplicar ese porcentaje, en vigor desde el 2011 por imperativo del Gobierno central, para no solicitar la actualización de la ponencia de valores catastrales, pendiente desde el año 2001.
Dicen que si se actualiza la ponencia el incremento rondaría el 30 %. El Bloque mantiene que lleva varios años con tasas e impuestos congelados o subiendo solo el IPC, porque está haciendo un trabajo de inspección fiscal importante en busca de una mayor equidad.
El PP, principal partido de la oposición, exige para negociar que el alcalde baje el IBI, que elimine el IBI rústico y reduzca el impuesto de vehículos de tracción mecánica o viñeta.
Información elaborada por: Carlos Punzón, Eduardo Eiroa, Xosé V. Gago, Miguel Ascón, Enrique Souto, Rosa Martínez, Cristina Barral y Rocío Pita.?